Grabación para Palabra Virtual    
    Editora del fonograma:    
    Palabra Virtual    
por Ariel Montoya    

    Este poema forma parte del acervo de la audiovideoteca
    de Palabra Virtual

Yo, Raymundo José Flores Fonseca,
oriundo de Las Jagüitas de Managua,
engendrado por veredas pobladas
de chocoyos y gorriones y cercos
de piñuelas y polvosas frondas
de mango,
me quito y alzo el sombrero
blanco de la nueva era y ratifico
mi destino y certidumbre de soldado.
Soldado soy, soldado he sido,
soldado de la paz y la concordia,
orgulloso de los torrentes indígenas
de mi sangre y del perfil de este
rostro chorotega que ha visto Bagdad,
Mosul, Karkuk, Karbala, los minaretes
en espiral de Samara, las ruinas
desoladas de la antigua Babilonia
y sus dorados ladrillos milenarios
de destellos desafiantes, las mezquitas
de torres almenadas y las anchas
avenidas y calles con nombres
de guerreros y profetas y gritos
de lengua desconocida...
Allí estuve yo
para llevar la paz, el más preciado
don. Allí estuve, en el país
una vez llamado Mesopotamia.
Entre el Éufrates y el Tigris,
entre presas y pozos, murallas
y desiertos y túneles secretos.
Allí estuve. Caminando miles
de kilómetros, deshaciendo minas,
neutralizando explosivos,
salvando preciosas vidas de niños,
mujeres y ancianos, hondos rostros
heridos de hombres como nosotros:
humanos, tiernos, doloridos, atenidos
a la luz de la esperanza. Allí viví
el calor ardiente del día y la noche fría.
El paso lento de la Luna a la hora
del descanso pensando siempre
en mi novia con olor a hierba
y a rocío, y sobre todo
en vos, Nicaragua,
tierra mía que ahora piso y bendigo
para que florezca siempre, encima
del dolor y el odio, el amor y la paz
en el mundo.
Yo, Raymundo José,
aquí ya, intacto, entre los míos.


Aeropuerto Internacional Managua,
1 de marzo del 2004.



Poema seleccionado por el autor

ARIEL MONTOYA