Introducción a dicciones
Apenas puedo explicar esto que he hecho. Lo llamaremos dicciones.
Sé que lo hice buscando la insoslayable comunicación como otra manera de arribar al contacto profundo con los demás. La Gran necesidad. Tú y yo, nosotros. ¿Lees? ¿Escuchas? ¿Conversas? ¿Cantas?
Estaba sentada delante del grabador pensando en ustedes, pero positivamente sola y responsable. Tan sola que imaginé formas de dicción diferentes: utilizaría algunas vocales de modo grave como la a o la o, y otras agudas así la i o la u, y utilizaría además la estructura silábica para graduar el poderoso significado de las palabras. Las que dan noción de altura, de vuelo, de elevación: agudas; y las que bajan y se hunden y se hacen pesadas: graves. La gravedad es una ley que se cumple. Así estaba entre un problema fonético y otro significante.
A mí me salieron estas dicciones irrepetibles. (No puedo hacer dos versiones iguales.) Me dejaba llevar de una necesidad, una exigencia de la letra misma y entraba por una punta del poema y salía por la otra en un estado parecido a una entrega total y segura. Sin vacilaciones, de una sola vez, y como ya dije irrepetible.
Sé que la primera audición desconcierta, quizá hasta moleste. Pero le pido al compañero que lea estas líneas que haga la experiencia, por cierto muy generosa, de escucharlos más de una vez.
Filoso como vidrio roto
Si me pongo a pensar
se desnuda la manzana.
Carnada se hace por arte
de encantamiento
y al peinarme anguilas
saltan llegan pulpos
estrellados en la red
Retorcidas ideas enrulan la cabeza:
todo es espuma crepitante
en los espejos.
dejo a la leche irse
por el fuego en el centro
mismo del invento
los ojos andan
sin sustento alguno
el pensamiento es un árbol
sumergido
lo sobrevuelo sentada en este filo
y una ola de jugo de limón
me salpica
si me duermo
o si me olvido
Perdón destino,
cuando repito de memoria estoy viva
estoy viva
estoy viva
estoy viva
un durazno y
su naranja se hacen el amor
la nube entonces
se convierte en noria
He conseguido pensar: cuando llegue
mi marido entre los dos
abriremos
las venas de la mismísima
literatura.
De: Constelación del navío
Es el amor
si el aire
cierto aire sorpresivo y verde
vocal
aliento en
ah
errata dulce entre las hojas
del cielo hojaldrado
te roza la piel y te la eriza
(epidermis de arena
y de frutilla)
preguntas
¿dónde estoy? ¿qué pasa?
alégrate:
estás enhebrando la aguja de la tierra
a flor de piel
a todo pulmón respira
esta prueba de amor
y este aire pulsátil queriendo
te quiero amor los quiero y estoy
con la centrífuga
algarabía del querer
entre las manos
para arrancar la manzana
del árbol caliente
y poder compartirla bocado
a bocado
porque necesito a los
necesitados
Es la juventud,
¿verdad terribles jóvenes?
y el aire
de nuevo me hace temblar
De: Constelación del navío
La guerra florida
El amor es una guerra florida
después el hacha de piedra del sacrificio
vivisecciona el destino y extrae
palpitante palpitante un corazón victorioso
del pecho de los vencidos
que cae chorreando por una larga gradería.
La a
La a, la a, la a, la jaula abierta
y para allá voló la a. Palabra
que está en los huesos. Falta el aire,
falta el aire, el aliento que tendría.
Entre las cuatro vocales -las otras-,
quedó tendida en un ay, en un ay.
De: Constelación del navío
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