Gustavo Adolfo Béquer. Rimas y leyendas    
    Editora del fonograma:    
    Yoyo USA    
por Favio Camero    

    Este poema forma parte del acervo de la audiovideoteca
    de Palabra Virtual

Su mano entre mis manos,
sus ojos en mis ojos,
la amorosa cabeza
apoyada en mi hombro,
¡Dios sabe cuántas veces,
con paso perezoso,
hemos vagado juntos
bajo los altos olmos
que de su casa prestan
misterio y sombra al pórtico!
Y ayer..., un año apenas,
pasado como un soplo,
con qué exquisita gracia,
con qué admirable aplomo,
me dijo al presentarnos
un amigo oficioso:
“Creo que alguna parte
he visto a usted.” ¡Ah!, bobos
que sois de los salones
comadres de buen tono,
y andáis por allí a caza
de galantes embrollos:
¡Qué historia habéis perdido!
¡Qué manjar tan sabroso
para ser devorado
sotto voce en un corro,
detrás de abanico
de plumas de oro!

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¡Discreta y casta luna,
copudos y altos olmos,
paredes de su casa,
umbrales de su pórtico,
callad, y que el secreto
no salga con vosotros!
Callad, que por mi parte
lo he olvidado todo;
y ella..., ella..., ¡no hay máscara
semejante a su rostro!



De: Rimas, leyendas y narraciones

GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER