☰ menú
 
palabra virtual

Enrique Molina    
    Editora del fonograma:    
    Voz viva de América Latina. UNAM    
por Enrique Molina    

    Este poema forma parte del acervo de la audiovideoteca
    de Palabra Virtual

Itinerarios


Tu cuerpo y el lazo de seda rústica que conduce a las plantaciones de la costa
al sudor de tu cabellera quemada por las nubes
a los instantes inolvidables
—tantas mutaciones de nómada y de clandestinidad
tantos homenajes a una belleza salvaje
que exige el desorden—
                               ¡oh raza de labios de abandono
hechizada por la vehemencia!
y nuestra fuerza de profundos besos y tormentas
para el infierno de los amantes
hasta volver a su placer fantasma
a su ola de hierro de ayer detrás del mundo!

Aquellos hoteles...
Todas las rampas de la vida cambiante
la velocidad del amor el mágico filtro de la excomunión
la hambrienta luz del desencuentro en nuestras venas de azote
cartas desamparadas antiguas prosas de la noche de los abrazos
y el solitario frenesí de las palmeras
                               cuando en la ausencia
creciendo hacia mi pecho el fondo de la tierra me devuelve de golpe
                                todas nuestras caricias
el nudo furioso de la pasión en las negras argollas del tiempo
aquellos moblajes de desvalijamiento y de lluvias
luz de senos en el mar y sus gaviotas y músicas
sobre un altar de desunión con grandes lunas fascinantes sin más
                               pradera que tus ojos
país incorruptible
país narcótico
con risas del alcohol del viento
y tu pelo sobre mi cara
y las cálidas bestias doradas por el trópico
y el jadeo abrasador de la ola que vuelca en tu corazón su grito
                               de espasmo y de caída
y de nuevo esos lugares intactos para el sol
y de nuevo esos cuerpos ilesos para el amor
en medio del perezoso meteoro del día
levantando hacia el alma aquel esplendor
los paroxismos el lecho de las dunas y de la corriente con sus besos en marcha
y las tareas de los amantes mientras la llamarada de la muerte brillaba alrededor de sus cuerpos
como un afrodisíaco
avivando el deseo
el hambre
¡aquella furia de ayer detrás del mundo!




ENRIQUE MOLINA






regresar