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Poesía Contemporánea II    
    Editora del fonograma:    
    Alhambra Longman    
por Fernando Guillén    

    Este poema forma parte del acervo de la audiovideoteca
    de Palabra Virtual

Salmo del solitario


Con tu beso de amor estoy marcado
como con una espada y un destello
en mi boca por siempre. Yo te amo
aquí, asediado, en tu fulgor ardiente.

Los hombres no me aman, no me aman.
Ya no me aman porque a Ti te quiero.
Solo contigo estoy, oh Dios; contigo
como un caliente bosque inmenso.

Ya no me aman porque Tú has bajado
y en mis brazos dejaste un ancho cielo,
y estoy sobre la tierra solitario,
erguido, sosteniéndolo.

He crecido de pronto, alzado estoy.
Una montaña entre mis brazos tengo.
Te tengo a ti, Señor, y te levanto
con mis dos manos junto al firmamento.

Aquí estás. Aquí estás. Tenme así siempre.
Un río de dicha baja hasta mis miembros
cuando contigo meto mis dos puños
desgarradoramente, allá en tu reino.


De: Primavera de la muerte



CARLOS BOUSOÑO






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