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palabra virtual

Rafael Pombo leído por Gloria Valencia de Castaño    
    Editora del fonograma:    
    H.J.C.K.    
por Gloria Valencia de Castaño    
Colaboración: Álvaro Castaño Castillo, fundador y director de la emisora HJCK    

    Este poema forma parte del acervo de la audiovideoteca
    de Palabra Virtual

Simón el Bobito


Simón el Bobito llamó al pastelero:
"¡A ver los pasteles! ¡los quiero probar!"
"—Sí, repuso el otro, pero antes yo quiero
"Ver ese cuartillo con que has de pagar".

Buscó en los bolsillos el buen Simoncito
Y dijo: "¡De veras! no tengo ni unito".

A Simón Bobito le gusta el pescado
Y quiere volverse también pescador,
Y pasa las horas sentado, sentado,
Pescando en el balde de mamá Leonor.

Hizo Simoncito un pastel de nieve
Y a asar en las brasas hambriento lo echó,
Pero el pastelito se deshizo en breve,
Y apagó las brasas y nada comió.

Simón vio unos cardos cargando ciruelas
Y dijo: —"¡Qué bueno! las voy a coger".
Pero peor que agujas y puntas de espuelas
Le hicieron brincar y silbar y morder.

Se lavó con negro de embolar zapatos
Porque su mamita no le dio jabón,
Y cuando cazaban ratones los gatos
Espantaba al gato gritando: ¡ratón!

Ordeñando un día la vaca pintada
Le apretó la cola en vez del pezón;
Y ¡aquí de la vaca! le dio tal patada
Que como un trompito bailó don Simón.

Y cayó montado sobre la ternera
Y doña ternera se enojó también,
Y ahí va otro brinco y otra pateadera
Y dos revolcadas en un santiamén.

Se montó en un burro que halló en el mercado
Y a cazar venados alegre partió,
Voló por las calles sin ver un venado,
Rodó por las piedras y el asno se huyó.

A comprar un lomo lo envió taita Lucio,
Y él lo trajo a casa con gran precaución
Colgado del rabo de un caballo rucio
Para que llegase limpio y sabrosón.

Empezando apenas a cuajarse el hielo.
Simón el Bobito se fue a patinar,
Cuando de repente se le rompe el suelo
Y grita: "¡Me ahogo! ¡vénganme a sacar!"

Trepándose a un árbol a robarse un nido,
La pobre casita de un mirlo cantor,
Desgájase el árbol, Simón da un chillido,
Y cayó en un pozo de pésimo olor.

Ve un pato, le apunta, descarga el trabuco;
Y volviendo a casa le dijo a papá:
"Taita, yo no puedo matar pajaruco
"Porque cuando tiro se espanta y se va".

Viendo una salcera llena de mostaza
Se tomó un buen trago creyéndola miel,
Y estuvo rabiando y echando babaza
Con tamaña lengua y ojos de clavel.

Vio un montón de tierra que estorbaba el paso,
Y unos preguntaban: "¿qué haremos aquí?"
—¡Bobos! dijo el niño resolviendo el caso;
"Que abran un grande hoyo y la echen allí".

Lo enviaron por agua, y él fue volandito
Llevando el cedazo para echarla en él;
Así que la traiga el buen Simoncito
Seguirá su historia pintoresca y fiel.



De: Fábulas y verdades



RAFAEL POMBO






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