Cerca la Tablada
la sierra passada
falleme con Alda
a la madrugada.
Ençima del puerto
cuidéme ser muerto
de nieve e de frío,
e desse rucío
e de grand elada.
Ya ä la deçida,
dï una corrida:
fallé una serrana ,
fermosa, lozana,
e bien colorada.
Dixle yö a ella:
«Omíllome bella.»
Dis: «Tú que bien corres,
aquí non te engorres,
anda tu jornada.»
Yo l´ dix: «Frío tengo
e por esso vengo
a vos, hermosura:
queret, por mesura,
oy darme posada.»
Díxome la moça:
«Pariente, mi choça
el que en ella posa,
conmigo s´ desposa,
e dame soldada.»
Yo l′ dixe: «De grado,
mas só casado
aquí, en Ferreros;
mas de mis dineros
darvos he, amada.»
Diz: «Trota conmigo.»
Levóme consigo,
e dióm buena lumbre,
como es de costumbre
de sierra nevada.
Dióm pan de çenteno
tiznado, moreno;
e dióm vino malo,
agrillö e ralo,
e carne salada.
Dióm queso de cabras.
«Fidalgo», diz: «abras
esse braço, et toma
un tanto de soma,
que tengo guardada.»
Diz: «Uéspet, almuerza,
e bebe e esfuerça,
caliéntate e paga,
de mal no s′ te faga:
fasta la tornada;
quien donas me diere,
quales yo pediere,
avrá bien de cena,
et lechiga buena
que no l´ coste nada.»
«Vos, que esso m´ dezides,
¿por qué non pedides
la cosa çertera?»
Ella diz: «¡Maguera!
¿e si m´ será dada?
Pues dám una çinta
bermeja, bien tinta,
e buena camisa,
fechä a mi guisa
con su collarada;
e dám buenas sartas
d´ estaño, e hartas,
e dame halía
de buena valía;
pelleja delgada;
e dám buena toca
listada, de cota;
e dame çapatas
de cuello bien altas,
de pieça labrada.
Con aquestas joyas,
quiero que lö oyas,
serás bien venido:
serás mi marido
e yo tu velada.»
«Serrana señora,
tantö algo, agora
non trax, por ventura:
faré fiadura
para la tornada.»
Díxome la heda:
«Do non ay moneda,
non ay merchandía,
nin ay tan buen día,
nin cara pagada;
non ay mercadero
bueno sin dinero;
e yo non me pago
del que non m´ dä algo,
nin le do posada;
nunca d´omenaje
pagan ostalaje;
por dineros faze
omen quanto l´plaze:
cosa es provada.»
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