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palabra virtual

A la orilla de mis deseos    
    Editora del fonograma:    
    Tednus - Cubaliteraria    
por Carilda Oliver Labra     
Colaboración: Eduardo Ortiz Moreno    
Página web de Voces que dejan huellas    

    Este poema forma parte del acervo de la audiovideoteca
    de Palabra Virtual

Casi de negro


Usted ha dicho que me ama
pero quien está convicto de alucinaciones,
quien no conoce milagros
naturalmente se equivoca si ve una  mujer
casi de negro.
Tenga cuidado
con estas donde soy:
una que atiza el tiempo,
moribunda;
otra que no naufraga sino entre volcanes
y redomas;
y la que no puede con el óxido;
en fin, que bailo a veces cuando truena.

Tengo mi escaramuza, usted su suerte.
Embrújese conmigo, Tauro.
Aunque no quiera
he sucedido en un instante en que pasaba.
Confúndame, si puede, con el vino.

¿De qué esplendor me huye?
¿No le parezco lo bastante mala?
¿Es que tengo el  perfume de la muerte?

Me amenazaba usted con las estrellas
pero a pesar de todo tuve frío.
No sé, lo juro,
vivo;
perdóneme si peco de asesina,
si me adelanto,
fluyo, parloteo,
estoy en vilo,
cobrándole palabras, entreactos.

No he tenido la culpa
y si le di un pañuelo fue porque usted lloraba.
Ahora, punto. Termino. No le quiero.
Me he aburrido del naipe.
Déjeme en paz que me borré en  noviembre.

¿No va a venir usted mañana?

Ya nunca. Adiós. ¿Adiós? Ya nunca. Adiós.
Cómase usted su vida.

Voy a escuchar a Silvio.  


De: Prometida al fuego



CARILDA OLIVER LABRA






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