¿Yo entre álamos y ríos?
Estate tranquilo. No importa que sientas frío
en el alma. Debes estar tranquilo,
y dormir. Y por la mañana, te levantas temprano y te vas al río,
debes mirarlo sin prisa, dejarlo pasar, sin preocuparte lo más mínimo
de que el tiempo pase, como si fuera un niño
horriblemente maltratado por la vida; pero no importa, siempre hay un sitio
tranquilo, con algún álamo que tiembla si silba un pajarillo
y tú le ves entre las leves hojas, dichoso, felicísimo,
ahora mismo le estás viendo silbar, saltar, volar por el aire limpio,
apenas sientes el rumor del río.
Y... por qué lloras, si es verdad lo que te he dicho,
anda, ve a dormir, y mañana iremos a ver de verdad el río
y a dudar que soñaste con él, mi pobre amigo...
De: Que trata de España
|