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Presencia de las islas

Como un cortejo cabalgando a solas surgen de la niebla.
¿Quién alimenta su esplendor que ninguna tempestad oculta?
De las islas sube algo parecido al deseo.
Casa viviente en el mar
                    las islas
animales fantásticos
esperan su alimento de frutos silvestres
su ración de ostras.

Para mi corazón una isla iluminada con el brillo del mar una isla
               como espada
                    atravesando la llanura marina
una isla      
               multiplicándose en su pequeña geografía
una isla
               grito a solas
jardín para romper la monótona presencia del mar
la insoportable presencia
                    de una soledad frente a sí misma.
Allí       abajo       fruto
                          —corteza en movimiento
la forma de las islas:
última tentación de los navíos.



De: El Primer Animal: Poesía Reunida, 1964-1995


THELMA NAVA




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