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Gracias, Señor, porque me diste un año...

1961


Gracias, Señor, porque me diste un año
en que abrí a tu luz mis ojos ciegos;
gracias porque la fragua de tus fuegos
templó en acero el corazón de estaño.

Gracias por la ventura y por el daño,
por la espina y la flor; porque tus ruegos
redujeron mis pasos andariegos
a la dulce quietud de tu rebaño.

Porque en mí floreció tu primavera;
porque tu otoño maduró mi espiga
que el invierno guarece y atempera.

Y porque entre tus dones me bendiga
—compendio de tu amor— la duradera
felicidad de una sonrisa amiga.



De: Soneto de Navidad y Año Nuevo: Mea culpa


SALVADOR NOVO




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