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1903, Incendio de sollozos

En 1903 fue Panamá, capullo de agonía.
Fue tiniebla trenzada en las hogueras.
Mariposa violada por los potros
que bajaron del norte destrozando
los pueblos, las montañas, las aldeas
hasta hacerlas metal de cicatrices.
Los "yanquis" avanzaban por América
babeando las ciudades,
aniquilando vidas,
incendiando los rostros de la tierra
y cazando en las selvas a los hombres
como si fuesen ratas o jaguares.
Entonces, famosos personajes afilaron sus garras.
Panameños porcinos, comerciantes
en la honda aristocracia del gusano.
Vende Patrias de cobre, gallinazos
subidos en la cúspide del odio,
renacuajos de colas espectrales,
murciélagos que trazan en las noches
sus vuelos de tragedias y de espanto.
En 1903 fue Panamá, incendio de sollozos.
En la misma gangrena se juntaron
la lumbre de la pólvora y el diente.
Y se juntó la sed con el sediento.
La conquista y el suelo conquistado
y el hambre con la gula carnicera.
Y entrambos crearon la tragedia.
(Roosevelt fue la encarnación del Diablo…
Su silueta marcó la quemadura
a lo largo de América y el mundo).
Así nació mi Patria. Por la sombra
adherida en la mano del verdugo
fue subiendo su piel encadenada
hasta que fue la edad de la angostura
vomitada en su voz de niña pobre.
Así nació mi Patria. Fue vendida
su libertad, su sangre, su palabra.
Fue vendido su origen, la ciruela
de su vida inicial y su mañana.
Y su inmenso corazón de océano.
Panamá otorga en la hiel de sus tratados.
Otorga la estatura de sus selvas,
sus árboles, su flora de ternuras.
Otorga sus novias, sus niños, sus cuadernos.
Sus símbolos de llanto y cicatrices.
Las lámparas profundas de su idioma.
Su antigua primavera de sollozos.
Todo lo otorga. Todo lo reparte.
Sus ojos, su camisa masacrada.
Los surcos, la semilla, las iguanas
azules de sus ríos y sus lamentos.




De: Panamá, incendio de sollozos, 1959.
Selección: Emma Gómez
Crítica literaria



PEDRO RIVERA




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