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Por la calle Galeana


                                 A Ramón Xirau





Golpean martillos allá arriba
         voces pulverizadas
Desde la punta de la tarde bajan
      verticalmente los albañiles

Estamos entre azul y buenas noches
       aquí comienzan los baldíos
Un charco anémico de pronto llamea
       la sombra de un colibrí lo incendia

Al llegar a las primeras casas
      el verano se oxida
Alguien ha cerrado la puerta alguien
       habla con su sombra

Pardea ya no hay nadie en la calle
       ni siquiera este perro
asustado de andar solo por ella
      Da miedo cerrar los ojos




De: Lo mejor de Octavio Paz
El fuego de cada día


OCTAVIO PAZ




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