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Villancico

Floreció tanto mi mal,
sin medida,
que hizo secar mi vida.

Floreció mi desventura
y secóse mi esperanza;
floreció mi gran tristura
con mucha desconfïanza;
hizo mi bien tal mudanza
sin medida,
que hizo secar mi vida.

Hase mi vida secado,
con sobra de pensamiento,
ha florecido el cuidado,
las pasiones y el tormento.
Fue tanto mi perdimiento
sin medida,
que hizo secar mi vida.

Secóse todo mi bien
con el mal que floreció,
no sé cúyo soy ni quién,
quel placer me despidió.
Tanto mi pena creció
sin medida,
que hizo secar mi vida.


JUAN DEL ENCINA




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