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Isla (Fragmento)



El poeta
               vende
                          queques estupendos
en tres cafeterías
     cercanas
        a su casa
y una lejana
para pagar
       el colegio
de su hijo.
El poeta
               vende
                          discos
                                    y cassettes
chaquetas
     de cuero
         argentinas
joyería
de fantasía
       blusones
"pantijoses"
                     calzones
tanga
para mantener
flotando
  su pobreza
y romper
     la barrera
          del alquiler.

El poeta
   vende
               -se ilusiona-
casas
           lotes
                    fincas
yermos
  y soledades
flores
en sus verdes prados
montañas
      con monos y todo
islas
         con viernes y robinsones
aunque
sólo venda
       a sí mismo
   la esperanza
de llegar
    a reunir
       el maldito
suficiente
      dinero
para poder dedicarse
a ser él.

El poeta
   vende
memoria
    y reflexión
a mozalbetes
           y damiselas
        de universidad
a quienes importa
       un pepino
lo que diga
para reparar zapatos y comprar electricidad.

El poeta
   quisiera
vender
y vivir
de su palabra
pero sólo encuentra
lectores
  gratuitos
      de sus poemas
y editores
      motivados
por la mejor intención
  del tiburón.

Cuando te tropieces con él
después
  de este encuentro
tu lánguida mano
     acaso
       rasque
el fondo del bolsillo
y contribuyas
a mantener
esta reliquia
         y curiosidad del mundo
comprando
       una
   de las alarmas
   contra incendio
que sin duda
         andará vendiendo
para tantas
       cabezas
         llenas de paja
sobre paz
     y democracia
y reformas
       y justicia social
y perfección
         capitalista.

En estos tiempos
útil oferta
     ya ves.

Generoso
     que es él.





Selección: Adriano Corrales Arias


JUAN ANTILLÓN




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