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Los cristales fingidos

Aquellos lejanísimos cristales
¿se han roto, oh Dios, o se han oscurecido?
Entre sombras camina el que ha perdido
del cielo azul las únicas señales.

Ayer de mis más altas catedrales;
ayer del corazón y su sentido;
ayer de un sueño hermoso y compartido,
con Él siempre asomado a los vitrales,

¿qué fué del hombre, qué de aquel sustento
tan traído y llevado por el viento
con cada día de la primavera....?

¿O nada era verdad ? Oscuro, oscuro,
golpeó el ciego impenetrable muro.
No era la luz, pero el cristal si era.


De: Los cristales fingidos


JOSÉ GARCÍA NIETO




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