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Los ecos

Ultrajada la carne de la espada
De Hamlet muere un rey de Dinamarca
En su alcázar de piedra, que domina
El mar de sus piratas. La memoria
Y el olvido entretejen una fábula
De otro rey muerto y de sombra. Saxo
Gramático recoge esa ceniza
En su Gesta Danorum. Unos siglos
Y el rey vuelve a morir en Dinamarca
Y al mismo tiempo, por curiosa magia,
En un tinglado de los arrabales
De Londres. Lo ha soñado William Shakespeare.
Eterna como el acto de la carne
O como los cristales de la aurora
O como las figuras de la luna
Es la muerte del rey. La soñó Shakespeare
Y seguirán soñándola los hombres
Y es uno de los hábitos del tiempo
Y un rito que ejecutan en la hora
Predestinada unas eternas formas.







De: La moneda de hierro


JORGE LUIS BORGES




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