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Llama




  
                                               (o sea, Maite)




Y de pronto sonríe el oleaje,
vuelan los precipicios,
las alambradas gozan
y el núcleo del instante
eterno
en un gladiolo de marfil,
un jaspe olor a espliego.

De pronto
el núcleo del instante
se llama como tú,
se llama llama







De: Peaje para el alba
Antología 1972-2000
Selección y prólogo de Ángela Vallvey
Hiperión


JESÚS MUNÁRRIZ




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