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Un pedazo de hambre, un vaso de agua

Fiel a lo humano,
  
al tamaño de lo que los brazos
mecen,
a la fiesta
de  lo que en las manos cabe,
  
a la callada esperanza
que es no apretar los labios.
  
Fiel a un vaso de agua
y al pedazo de hambre
                  que otro cuerpo nos trae,
  
fiel sorbo a sorbo, hambre a hambre.
  
Fiel al pudor de apenas una seña,
apenas el abismo
del otro
cuando el silencio
calla la piel que nos separa.
  
Fiel al límite de morir hombre,
de haber abrazado el vacío
                            que ese mismo abrazo llenaba.







De: Hugo Mujica
Poesía completa


HUGO MUJICA




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