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Devocionario (fragmentos)

       Ó Dios, ó mi Dios, mira por mí, ¿porqué me has desamparado? Alejan de mí la salvación los clamores de mis delitos.
       Ó Dios mío, de dia clamaré y no me oirás: y de noche, y no podrán imputármelo á necedad.


***

       Como agua me he disüelto, y se descoyuntaron todos mis huesos.
       Hízose mi corazón como cera derretida, en medio de mis entrañas.
       Secóse como tiesto mi vigor, y pegóse mi lengua á mi paladar, y me voy reduciendo al polvo de la muerte.


***

       Tú sólo, sólo Tú, ¡Sér de los seres!
       Sabes la esencia, y los misterios sabes...
De esta lira inmortal los sones graves Solo pueden brotar cuando tú quieres.


***

       ¡Liras del alma, remontad las voces!, ¡llenad la tierra!, ¡fatigad los vientos!.
       ¡Que surquen el espacio ecos veloces!,
       ¡Que se hinchen las esferas de concentos!


***

       Soy hoja que el viento lleva, Pero eleva
A ti un susurro de amor;
Soy una vida prestada,
Que en su nada
Tu infinito ama, Señor!

       Soy un perenne deseo,
Y en ti veo
Mi objeto digno, inmortal.

       Soy una inquieta esperanza Que en ti alcanza
       Su complemento final.


***

       ¡Y tú, que este anhelar del alma entiendes,
       Y en quien su alta ambición reposo alcanza,
hoy, que en sublime fe mi pecho enciendes, Préstale alas de fuego á mi esperanza!
       ¡Pueda tus huellas adorar de hinojos;  Pueda entrever las orlas de tu manto;
       Y un rayo hiera de tu luz mis ojos;
       Y un soplo aspire de tu aliento santo!



De: Devocionario nuevo y completísimo en prosa y verso
por la Sra. Doña Gertrudis Gomez de Avellaneda


GERTRUDIS GÓMEZ DE AVELLANEDA




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