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Ausencias

Cada niño partido
cada madre cegada
cada hombre astillado
se lleva su estrella a otra hondura.
Por eso la noche cae, clausurada
como humo espeso
en la Mesopotamia.
Ha sucedido siempre
bajo cualquier guerra.
Las estrellas mueren bajo metralla.
Y queda un infinito
hueco funerario
raspado por las balas.


Selección del autor


GABRIEL IMPAGLIONE




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