☰ menú
 



Dies Iræ

El pueblo entero se congregó en su agonía. La vida la pasó guar-
dando secreto muy oscuro.
      Sus labios se veían difíciles, hermosos para tomar agua.
      No vas a tener otra heredad que la que con tu peso, desalojes.
      Pronuncia lo que ocultas.
      Pluma y papel preparados, siete testigos expectantes la miran. Ella
mueve la lengua. Se rompe el sello.
      La ciudad hállase gris, la magnolia dispuesta.



Mujeres de carne y verso.
Antología poética femenina
en lengua española del siglo XX.
Edición de Manuel Francisco Reina.
La esfera literaria. 2002


ESPERANZA LÓPEZ PARADA




regresar