☰ menú
 



La esperanza de que los inéditos...

La esperanza de que los inéditos
sean mejores –aun los anónimos, no para siempre-
que los éditos no nos niega, no nos hunde en lo ya hecho,
en la culpa de la posibilidad cuajada,
en los que murieron no leídos –eso es
cierto, el olvido de lo cierto-,
en el vaciado de palabras que pedían manos,
ojos, reconocimiento –no un favor-,
sed de ser bebidas,
mendigas de agua.
Qué decían esas letras,
qué no decían que apunta un reintegrarse a otra espera.
Nos afirma la continuidad escrita.
Hay rincones habitados por obras maestras
que desconocemos –autores también
mientras tanto, todavía-
sigue su curso la savia fecundando tronco, ramas,
más lo que brota alumbrado de raíz con color.
Sobre la rama canta el sabiá, uno de los que sabe
–según creo- esta verdad. Brinda
este conocimiento que cimienta el canto, de aquí
allá, con otro pájaro. Y la savia sigue su curso incluso
desbordando el árbol, ámbito que no sabe.
Todo se llama posibilidad de acceso,
la cuajada en el cielo, telaraña encendida,
la no cuajada, posibilidad de acceso.


De: Unas palabras sobre el tema


EDUARDO MILÁN




regresar