☰ menú
 



Ramón López Velarde

Una gitana sabe que el futuro
tiene una asfixia agónica en tu mano
y danzando te irás, siguiendo un piano,
hacia el melódico horizonte oscuro.
Con el gélido aliento de la calle
se hiela tu esqueleto atribulado;
a la mujer de negro has contemplado
en la letal atmósfera del valle.
Un lacónico caballo de ajedrez
a la grupa te lleva hasta Jerez.
El diplomático ataúd aguarda
a tu escuálido ángel de la guarda.
Y en una tumba atroz del cementerio
ejecutas tu danza y tu adulterio.




De: Libro XXX Sonetos


EDUARDO LANGAGNE




regresar