☰ menú
 



Respeto al vino

Respeto al vino: ha esperado su momento sin angustia.
Respeto su reposo en el pausado tiempo de bodega.
Respeto su apego a la delicia, su paciencia a lo oscuro,
su paso por las venas de un roble que pervive.
Respeto su color intenso, su cascada de líquidos rubíes.
Respeto al vino, pues cercanos míos sucumbieron a su sabor y a sus aromas.
Lo respeto: él no tiene la culpa del alma de nosotros. Se comparte
sin saber lo que allí dentro tiene de riesgo y de aventura.
Respeto al vino, que me observa en silencio mientras sirvo dos copas.
Ya sólo queda el recuerdo de este vino en los labios de la mujer
que ahora me besa.



De: Lo que pasó esto fue


EDUARDO LANGAGNE




regresar