☰ menú
 



R.L.V.

Una gitana sabe que el futuro
tiene una asfixia agónica en tu mano
y danzando te irás, siguiendo un piano,
hacia el melódico horizonte oscuro.

Con el gélido aliento de la calle
se hiela tu esqueleto atribulado;
a la mujer de negro has contemplado
en la letal atmósfera del valle.

Un lacónico caballo de ajedrez
a la grupa te lleva hasta Jerez.

El diplomático ataúd aguarda
a tu escuálido ángel de la guarda.

Y en una tumba atroz del cementerio
ejecutas tu danza y tu adulterio.



De: Decíamos ayer…
Poesía 1980-2000



EDUARDO LANGAGNE




regresar