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Oficios de la muerte

La veo
trabajar en cal pensante
como si su lujuria de tinieblas le permitiese
inscribir en tierra todos los nombres
de la soledad.


Pero aún no pudo enterrar
mi sombra.


Tampoco
la ración de sangre sola
que cada muerto cava en humildad.


ANA EMILIA LAHITTE




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