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Despedida

En aquel día
nos trenzamos las miradas,
sabíamos que el viento de luto nos vestiría,
emanamos tres o cuatro caricias
mullidas por el silencioso coraje.

Tus manos frías y ardientes de valor,
mis pájaros alzando el vuelo
donde me rastrilló el olvido.

Tu camino perdió la dirección del mío
y a pesar de todo sé que me esperas
en la punta del delirio.


AMADA LIBERTAD




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