ROGELIO SINÁN | |
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Como un niño que dormido se ha quedado en el camino yo arrullo a tu pensamiento. Lo arrullo... No lo despierto. Pero presiento que sigo mi camino como un loco arrullando a un niño muerto... | |
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Mangos!... ¡Mira!... ¡Tantos!... ¡Oh!... ¡Uno maduro!... (¡Dio un salto... y salióse su seno, desnudo!) ¡Yo salté del árbol! ¡Upa!... ¡Tan!... (¡Qué rudo!) ¡Por mirar de cerca su seno desnudo! ¡Me miró asustada! ... | |
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Zamba, zambé, zarabanda! ¡Mi perro, la luna y tú! ¿Por qué te pones tan brava cuando te llaman Chombita del Curundú? (A la luna se le puso la cara toda de grana, porque no quería llamarte jamaicana.) ... | |
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Se burlaba el surtidor ¡la risa casi lo ahogaba! porque la lluvia bajaba y él la devolvía al Señor... De: Onda | |
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Voces de fusil se oyeron a eso de la madrugada ... ¡Parad el canto, que ha muerto Federico, en su Granada! Guitarra decapitada, ay, Federico García, ya nadie podrá decir la canción que tú dirías. ¡Corre, luna, luna, luna, avísale a los gitanos que Federico García allí se está desangrando!... | |
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Las huellas que dejaste, que dejé, se enredaron... Son heridas que sangran en las almas Me enredé te enredaste, se enredaron las huellas en las almas... De: Saloma sin Salomar | |
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Infancia clara pasada entre barriles y hongos y aros de bicicletas, cuando, corriendo entre hojas, el alma era más blanda y el camino era savia... Cada caída al margen de la dicha era una danza de sangre y de gritos mientras el viento promovía un levantamiento de ramas... | |
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Tiernos soles benignos han rasgado la niebla y esta vigilia ahuyenta mil temores ocultos. ¡Ya te he vencido, noche, y en plenitud de vida puedo lanzar mis flechas hacia océanos posibles! ¡Hoy es, oh mar, el alba! ¡Pregonemos el júbilo! ¡Barcos, pájaros, rocas, vuelvo a estar con ustedes!... | |
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Huele a pared lamida por ubres y mugidos este mapa ilusorio salpicado de estrellas, y la calle, inundada de pupilas de niños, va nutriendo de polvo sus mejores culebras. Pasaporte de patios para la mar, el fango deshilvana pronósticos en plenitud de fábulas... | |
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Campo traviesa, cansada, con el hijo en el cuadril, la moza va hacia el lejano cuchitril. El sol coloca en los árboles sus moneditas de oro. Y el niño suelta la fuente de su lloro... La rapaza saca el seno rozagante a se lo dar... El niño bebe. Ella ríe. Y echa a andar... | |
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Yo me alejé de mí mismo de mi doble que tenía su rumbo en estrella fija. Pupila verde me lleva me llevaba hacia presente esmeralda embravecido. En ese mar empapada lucha, yerta, mi nostalgia contra ola y pez que devoran. ¡Mira mi ser desdoblado!... | |
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Diámetro de mar y cielo en círculo de horizonte exacto siempre y eterno. Errando en viento de hielo me están creciendo las alas, y aullando se van mis ojos tras una huella de puertos. Cada cadena del barco es un pedazo de estrella. Miradas de rumbo ciego y suciedumbre de pueblos... | |
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Rompiste lloro y súplica hacia meta benigna tus amarras postrimeras, y del oleaje a estelas ya ligeras bebí, solo, visiones de poeta. Enloquecida al viento, mi veleta sur y oeste de aguas lisonjeras buscaba entre mis lágrimas sinceras la noche que me vio sin alma quieta... | |
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Pensativos de sombra, más altos que la vida nos ha visto la noche boca a boca en la niebla. Me bebí tu silencio. Te bebiste mi angustia, y hemos quedado tenues, sofocados de miedo. Nos aventó de golpe marcha atrás la borrasca de endurecidas bocas rugiendo en espirales... | |
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Traje a ti mi soledad para que le dieras alma. Pero la dejaste sola en el camino, ¡qué sola dejaste mi soledad!... (¡Pensar que la traje a ti para que le dieras alma!) De: Onda | |
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Las nubes escolares de escuela elemental han tomado sus libros de luz y se van... El caballo del viento las conduce sobre su lomo tierno. ¡Ya se van! ¡Ea! ¡Ea! Y ¡adiós! les van diciendo con sus pañuelos de humo las chimeneas... De: Onda | |
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Te has hundido en mis venas nutriéndolas de yodo por sencillo milagro: tu mejilla en mi mano. Y he levantado el ancla para surcar la noche salomando banderas y mordiendo el espacio. ¡Qué dolorosamente crece, dentro, una imagen, a medida que la otra disminuye en el tiempo!... |