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CINTIO VITIER

 

   A la poesía

primeros versos

¿Vienes menos cada vez, huyes de mí, o es que estamos entrando en tu silencio el pedregal, la luz y ya tenemos poco que decirnos? Pero ese poco, ¿lo diremos nunca? pero ese poco, ¿qué es? ¿Será el alimento de los ángeles, lo que le falta al sol, la muerte? No digas nada tú. ...

 

   Amor

primeros versos

Si vieras en qué playa te he querido y en qué estrella te ocultas invencible, qué acentos de mi voz has escogido, hasta dónde te hunde lo imposible desde mi sueño al tuyo melodioso como una clara ola que me inunda. Cruzáramos los dos el negro foso de la tierra y el mar que nos circunda, ...

 

   Ausencia

primeros versos

Qué oculta esta palabra o reverencia irónica al desdén que la provoca, gusto que niega todo lo que toca, negación de sí misma, viva ausencia. Cómo para vivir tiene licencia si no nació, ni muere, ni convoca más tiempo que el futuro que revoca dejándonos de nada única ciencia. ...

 

   Canción

primeros versos

¡Oh dulcísimo callar del ángel de mi sigilo! ¡Oh dulcísimo callar del mundo en mi corazón! ¡Oh dulcísima miseria de mis ojos en la flor, de mi soñar en el río, de mi tacto por el cielo!

 

   Cántico nuevo

primeros versos

Este libro no es tanto de poesía como de conciencia. Sus versos resultan duros y desabridos pero dicen la verdad de mi corazón cambiante y una como profunda luz de agosto. Ya no vale la pena escribir una línea que no sea completa, aunque después resulte poca, la verdad. ...

 

   Canto llano (I, X, XII, XIII, XX, XXIII)

primeros versos

I Puedo ser polvo en el polvo y alzarme como la luz con esto me bastaría si no me miraras tú. Puedo estar vivo en una tarde, muerto por la eternidad. ¡Ah, que feliz yo sería si no fuera tu mirar! Si no fuera tu pedir a mi puerta una limosna que oculta fiesta en mi casa, que lecho dulce de sombras. ...

 

   Cola

primeros versos

Detrás de él va un niño que lleva un suéter rojo que va detrás de un viejo que tiene un sombrerito, detrás de una señora con una saya azul, que va detrás de un perro que va detrás de un coro de marineros rusos, detrás de una muchacha públicamente hermosa, que va detrás de un ciego ...

 

   De mi provincia

primeros versos

Vuelve la tarde cuando el niño polvoriento se echa al río y suena su peso en las nubes como un fresco morado distinto que abre suavemente los ojos de la mujerzuela sentada huesuda y eterna en el parque. Dónde estará mi sombrero, pregunta con el único zapato interrogante que tiene, ...

 

   Demolición

primeros versos

Al fin se consumó, después de tantas perfecciones tan equívocas, de tanta precaución y cálculo, probando que nada fuera inútil, ni lo nimio, ni los más delicados pulimentos: al fin se consumó lo improyectado por la mano, al revés de la materia. La mano reconoce que otra mano más poderosa ...

 

   Doble herida

primeros versos

Este ir de la vida a la escritura y volver de la letra a tanta vida, ha sido larga, redoblada herida que se ha tragado el tiempo en su abertura. Abierto como res por la lectura, le entregué las entrañas, y la vida, queriendo rehacerlas, conmovida, en ellas imprimió su quemadura. Doble traición, ...

 

   El convaleciente

primeros versos

La noche extiende su dominio puro de estrella por mi sanagre aparecida como un árbol oscuro: ya no es la muerte ni la vida lo que alegre despierta con mi sueño a mi ceniza en flor y luz madura, sino un oro neutral que me hace dueño de mi joven palacio de amargura. Oh ardido corazón, ...

 

   El niño

primeros versos

Después del aromático aguacero ya no iremos por dulce a la bodega, ni saldremos corriendo hasta la sombra morada del caimito cariñoso... Ya nunca volveremos confundidos en el áureo sofoco de la risa a batirnos con suaves espadones, bajo el gotear ligero de los mangos. Astroso, ...

 

   El niño inmóvil (Campesina)

primeros versos

Y así calladamente contra el humo del arroz en el cuarto que el sinsonte tornasola, miré tus grandes manos, campesina férrea de piel, forrada súbita de chispa honda como la flor de oro; y tú secabas unas oscuras decepciones imprevistas con tu perenne delantal, volando; ...

 

   Estamos

primeros versos

Estás haciendo cosas: música, chirimbolos de repuesto, libros, hospitales, pan, días llenos de propósitos, flotas, vida, con tan pocos materiales. A veces se diría que no puedes llegar hasta mañana, y de pronto uno pregunta y sí, hay cine, apagones, lámparas que resucitan, calle mojada ...

 

   Faltabas tú, poeta...

primeros versos

Para Antonio Guerrero Faltabas tú, poeta. La injusticia no podía omitirte en su venganza: ella sabe con lúcida impudicia lo que el amor a la belleza alcanza. Mas no le importa. Su misión inicia creyendo que encadena la esperanza, que prostituye el verbo a la avaricia, ...

 

   La casa

primeros versos

Ah de mi casa, este navío a tumbos siempre en el mismo sitio navegando quién sabe hacia qué luces y qué rumbos, anocheciendo, madre, navegando: yo que te vi agrietada en los retumbos de la tormenta, y que te oí aullando quién sabe hacia qué luces y qué rumbos, amaneciendo, madre, ...

 

   La hoja

primeros versos

Quedará lo que ella afirma no lo dice su decir es no decir y no decir y no decir no infinitamente sino Tres Veces tres infinitas veces En su rostro escribo y es un rostro sin más rasgos que mi escritura que ella tornará blancor de mente, jeroglífico de espuma, nada Una hoja tras otra ...

 

   La jerigonza

primeros versos

Queríamos vivir ocultos, ser harapientos héroes, usar el idioma como un trapo tenebroso que esconde la joya más ardiente. Queríamos arroparnos en la nada de nuestra creación y calentarnos con un orgullo que se perdía en risa por el túnel giboso de la jerigonza, frente al todo compacto ...

 

   La mesa

primeros versos

Esta mesa que construyó mi abuelo para mi padre joven, guarda cosas dispersas de mi alma, versos, prosas, fragmentos de ilusión y desconsuelo. Toco sus pobres tablas, el abuelo ahora soy yo para otro niño, rosas tuvo mi madre joven, misteriosas, las nubes pasan en sereno vuelo. Mi delirio cruzó ...

 

   La profesora

primeros versos

Cuando tocábamos el tiembre al fondo del corredor inerte, se oían sus tacones por el cuarto como en una angustiosa novela. Estaba sin duda arreglándole el lazo al perrito, dándole el último toque a las flores en el jarrrón de Frankfurt. Pero al abrir, alta y nerviosa, como un pájaro un poco ...

 

   La sala del pobre

primeros versos

La sala del pobre gigantesca, nocturna y decorada por manos tan seniles que ya tocan el brocado persa del serafín dilucida mi pecho minuciosamente, abre su diálogo como tristes fauces. Allí los mechones grises y los lazos de luna y cenefa indeleblemente cantan ...

 

   No me canso...

primeros versos

 

   No me pidas

primeros versos

No me pidas falsas colaboraciones, juegos del equívoco y la confusión: pídeme que a mi ser lo lleve hasta su sol sangrando. No me pidas firmas, fotos, créditos para un abominable desarrollo de la doblez: pídeme que estemos como hermanos abriéndonos el corazón hasta la muerte. ...

 

   Oculto

primeros versos

Oculto he sido y acunado por el mar cual si estuviera mi madre en otro iris, alhaja inmóvil de tristeza para el sol, que anocheciendo los fríos tulipanes del traspatio, me rodeaba de amargo alero al mediodía. Sin voz purpúreamente los muros y los lunes otorgáronme una pálida ...

 

   Otro

primeros versos

Nunca estoy conmigo. Otro. El otro, por dentro, afuera, entre, despertando olvido. Voy y vengo, descompuesto, juguete de imán profundo, niño. Otro. Nunca estamos juntos.

 

   Sedienta cita

primeros versos

Cito textualmente las estrellas y el hogar complejo de la naranja herida. Diminuta es la luz en que el buey se esconde lejos del ave, asoleando eternamente las estuidosas manos del guajiro, sus diez uñas sonoras de cavar el viento. Dónde estuve, qué es esto, qué era tanto, ...

 

   Sellada vigilia

primeros versos

I En aquella ciudad morada y mustia los mulos del carbón, los níveos pescadores escanciaban la forma serena de mi angustia, iniciaron el fúnebre ajedrez de sus rumores. Era mi vida un sueño confuso de hondos seres, los ojos inflexibles de ilusión se me abrían a beberle ...

 

   Sellada vigilia (I)

primeros versos

En aquella ciudad morada y mustia los mulos del carbón, los níveos pescadores escanciaban la forma serena de mi angustia, iniciaron el fúnebre ajedrez de sus rumores. Era mi vida un sueño confuso de hondos seres, los ojos inflexibles de ilusión se me abrían a beberle ...

 

   Sellada vigilia (II)

primeros versos

Que yo estaré soñando, dormido centinela de una tarde profunda en olor a lejanía, ojo de extraña tribu, puso de esta sequía que me nace del tiempo y en lo infinito vela. Qué se oirá de mi boca que no sea lectura, triste cancion mezclada por las nubes y el hombre; quién podrá distinguir ...

 

   Trabajo

primeros versos

Esto hicieron otros mejores que tú durante siglos. De ellos dependía tu sensación de libertad, tu camisa limpia y el ocio de tus lecturas y escrituras. De ellos depende todo lo que te parecía natural como ir al cine o estar triste, levemente. Lo natural, sin embargo, es el fango, el sudor, el excremento. ...

 

   Ultimo epitalamio

primeros versos

Pero si al cabo vienes, despojada de tus flores nupciales, a la hora en que el mundo hasta el fondo se desdora y la ceniza cubre a la mirada; pero si entonces, con la boca helada del ocaso postrero que devora toda ilusión, fatal coronadora, al oído me dices: soy la nada, te daré gracias ...