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ANTONIO CISNEROS

 

   Café en Martirok Utja

primeros versos

Hay una lámpara floreada sobre el piano y una estufa de fierro. Bebes el vino junto a la única ventana: un autobús azul y plata cada cinco minutos. Pides el cenicero a la muchacha (alta flor de los campos ven a mí). La luz del otoño es en tu vaso un reino de pájaros dorados. Pero pronto anochece. ...

 

   Canto ceremonial contra un oso hormiguero

primeros versos

aún te veo en la Plaza San Martín dos manos de abadesa y la barriga abundante blanda desparramada como un ramo de flores baratas olfateas el aire escarbas algo entre tus galerías y cavernas oxidadascaminas aún te veocaminas más indefenso que una gorda desnuda entre los faunos ...

 

   Crónica de Lima

primeros versos

Para calmar la duda que tormentosa crece acuérdate; Hermelinda, acuérdate de mí.Hermelinda, vals criollo Aquí están escritos mi nacimiento y matrimonio, y el día de la muerte del abuelo Cisneros, del abuelo Campoy. Aquí, escrito el nacimiento del mejor de mis hijos, varón y hermoso. ...

 

   Cuatro boleros maroqueros

primeros versos

1.- Con las últimas lluvias te largaste y entonces yo creí que para la casa mas aburrida del suburbio no habrian primaveras ni otoños ni inviernos ni veranos. Pero no. Las estaciones se cumplieran como estaban previstas en cualquier almanaque Y la dueña de la casa y el cartero ...

 

   Cuatro boleros maroqueros

primeros versos

 

   Después de corregir las pruebas de Amaru en la imprenta, 1967

primeros versos

[Emilio Adolfo Westphalen] Anochece sobre la línea del tranvía. Los avisos luminosos de Limatambo son más lejanos aún que las estrellas. No hay estrellas. La fatiga es más larga que este día. Antes de despedirnos me invita a su casa. Bebemos un vaso luminoso como el último refugio ...

 

   Domingo en Santa Cristina de Budapest y frutería al lado

primeros versos

Llueve entre los duraznos y las peras, las cáscaras brillantes bajo el río como cascos romanos en sus jabas. Llueve entre el ronquido de todas las resacas y las grúas de hierro. El sacerdote lleva el verde de Adviento y un micrófono. Ignoro su lenguaje como ignoro el siglo en que fundaron este templo. ...

 

   Dos soledades

primeros versos

I- Hampton Court Y en este patio, solo como un hongo, adónde he de mirar. Los animales de piedra tienen los ojos abiertos sobre la presa enemiga ciudades puntiagudas y católicas ya hundidas en el río hace cien lustros se aprestan a ese ataque. Ni me ven ni me sienten. A mediados ...

 

   El cementerio de Vilcashuaman

primeros versos

Sólo las cruces verdes, las cruces azules, las cruces amarillas: flores de palo entre la tierra de los hombres y el espacio que habitan los abuelos. No edificios construidos con usuta donde las cenizas se oxidan sin mezclarse. Sólo las cruces verdes, las cruces azules, las cruces amarillas. ...

 

   En el 62 las aves marinas hambrientas llegaron hasta el centro de Lima

primeros versos

Toda la noche han viajado los pájaros desde la costa he aquí la migración de primavera: las tribus y sus carros de combate sobre el pasto, los templos, los techos de los autos. Nadie los vio llegar a las murallas, nadie a las puertas ciudadanos de sueño más pesado que jóvenes esposos ...

 

   En las tierras más verdes

primeros versos

No era maná del cielo pero había comida para todos y amor de Dios. De atrás del Tropezón venía el agua, pucha madre, todo el año venía. A veces despaciosa y pálida como muchacha flaca. Pero en enero cantaba más alta que los muros del canal. Sólo ballenas le faltaban para ser otro mar. ...

 

   La araña cuelga demasiado lejos de la tierra

primeros versos

La araña cuelga demasiado lejos de la tierra, tiene ocho patas peludas y rápidas como las mías y tiene mal humor y puede ser grosera como yo y tiene un sexo y una hembra -o macho, es difícil saberlo en las arañas- y dos o tres amigos, desde hace algunos años almuerza ...

 

   Las salinas

primeros versos

Yo nunca vi la nieve y sin embargo he vivido entre la nieve toda /mi juventud. En las Salinas, adonde el mar no terminaba nunca y las olas eran /dunas de sal en las salinas, adonde el mar no moja pero pinta. Nieve de mi juventud prometedora como un árbol de mango. ...

 

   Naturaleza muerta en Innsbrucker Strasse

primeros versos

Ellos son (por excelencia) treintones y con fe en el futuro. Mucha fe. Al menos se deduce por sus compras (a crédito y costosas). Casaca de gamuza (natural), Mercedes deportivo color de oro. Para colmo (de mis males) se les ha dado además por ser eternos. Corren todas las mañanas ...

 

   Para hacer el amor

primeros versos

Para hacer el amor debe evitarse un sol muy fuerte sobre los ojos de la muchacha tampoco es buena la sombra si el lomo del amante se achicharra para hacer el amor. Los pastos húmedos son mejores que los pastos amarillos pero la arena gruesa es mejor todavía. Ni junto a las colinas ...

 

   Paracas

primeros versos

Desde temprano crece el agua entre la roja espada de unas conchas y gaviotas de quebradizos dedos mastican el muymuy de la marea hasta quedar hinchadas como botes tendidos junto al sol. Sólo trapos y cráneos de los muertos, nos anuncian que bajo estas arenas ...

 

   Poema sobre Jonás y los desalienados

primeros versos

Si los hombres viven en la barriga de una ballena sólo pueden sentir frío y hablar de las manadas periódicas de peces y de murallas oscuras como una boca abierta y de manadas periódicas de peces y de murallas oscuras como una boca abierta y sentir mucho frío. Pero si los hombres no quieren ...

 

   Tercer movimiento (affettuosso)

primeros versos

Para hacer el amor debe evitarse un sol muy fuerte sobre los ojos de la muchacha, tampoco es buena la sombra si el lomo del amante se achicharra para hacer el amor. Los pastos húmedos son mejores que los pastos amarillos pero la arena gruesa es mejor todavia. Ni junto a las colinas ...

 

   Tranvía nocturno

primeros versos

Sido como fui el fauno real de Niza, la pantera -deArgel- en el Hyde Park, gárgola alegre delvalle de Huamanga, oh vedme convertido en el gorgojo tuerto del Danubio: pimientos y vigilias sin rumbo y sin respuesta. Virgen necia entre las vírgenes prudentes, un solo ojoapestado que no ve ...

 

   Un perro negro

primeros versos

Un perro. Un prado. Un perro negro sobre un gran prado verde. ¿Es posible que en un país como éste aún exista un perro negro sobre un gran prado verde? Un perro negro ni grande ni pequeño ni peludo ni pelado ni manso ni feroz. Un perro negro común y corriente sobre un prado ordinario. ...

 

   Una madre habla de su muchacho (Chilca, 1967)

primeros versos

Es mi hijo el menor. El que tenga ojos de ver no tenga duda. Las pestañas aburridas, la boca de pejerrey, la mismita pelambre del erizo. No es bello, pero camina con suma dignidad y tiene catorce años. Nació en el desierto y ni puede soñar con las caladrias en los cañaverales. ...

 

   Una muerte del niño Jesús

primeros versos

No he prendido el lamparín de kerosene desde hace cuatro noches. Mis ojos sin embargo están clavados en la mecha reseca. Ciego ante las tinieblas como es ciega la polilla ante la luz. Mis ojos de carnero degollado. Pobre mierda: lechuza de las dunas. Y sé que el Niño no premia ni castiga. ...

 

   Y antes que el olvido nos

primeros versos

Lo que quiero recordar es una calle. Calle que nombro por no nombrar el tambo de Gabriel y el pampón de los perros y el pozo seco de Clara Vallarino y la higuera del diablo. Y quiero recordarla antes que se hunda en todas las memorias así como se hundió bajo la arena del gobierno de Odría ...