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ENRIQUE GONZÁLEZ MARTÍNEZ

 

   A la que va conmigo

primeros versos

Iremos por la vida como dos pajarillos que van en pos de rubias espigas, y hablaremos de sutiles encantos y de goces supremos con ingenuas palabras y diálogos sencillos. Cambiaremos sonrisas con la hermana violeta que atisba tras la verde y oscura celosía, y aplaudiremos ambos ...

 

   Alma nueva

primeros versos

Refrené mis ansias de conocerlo todo... Hoy gusto de ir sin brújula, extraviado el camino, con la frente a los cierzos y los pies en el lodo; sin brújula y a tientas, sin rumbo ni destino, ignorando qué auroras, sin saber qué tormentas me depara el misterio vespertino. ...

 

   Busca en todas las cosas. . .

primeros versos

Busca en todas las cosas un alma y un sentido oculto; no te ciñas a la apariencia vana; husmea, sigue el rastro de la verdad arcana, escudriñante el ojo y aguzado el oído. No seas como el necio, que al mirar la virgínea imperfección del mármol que la arcilla aprisiona, queda sordo ...

 

   Casa con dos puertas

primeros versos

¡Oh, casa con dos puertas que es la mía, casa del corazón vasta y sombría que he visto en el desfile de los años llena a veces de huéspedes extraños, y otras veces las más , casi vacía!... Casa que en los risueños instantes de la vida, miró absorta la fila interminable de los sueños, ...

 

   Como hermana y hermano

primeros versos

Como hermana y hermano vamos los dos cogidos de la mano... En la quietud de la pradera hay una blanca y radiosa claridad de luna, y el paisaje nocturno es tan risueño que con ser realidad parece sueño. De pronto, en un recodo del camino, oímos un cantar... parece el trino de un ave ...

 

   Cuando sepas hallar una sonrisa

primeros versos

Cuando sepas hallar una sonrisa en la gota sutil que se rezuma de las porosas piedras, en la bruma, en el sol, en el ave y en la brisa; cuando nada a tus ojos quede inerte, ni informe, ni incoloro, ni lejano, y penetres la vida y el arcano del silencio, las sombras y la muerte; cuando tiendas la vista ...

 

   Dolor

primeros versos

Mi abismo se llenó de su mirada, y se fundió en mi ser, y fué tan mía, que dudo si este aliento de agonía es vida aún o muerte alucinada. Llegó el Arcángel, descargó la espada sobre el doble laurel que florecía en el sellado huerto... Y aquel día volvió la sombra y regresé a mi nada. ...

 

   Dolor, si por acaso...

primeros versos

Dolor, si por acaso a llamar a mi puerta llegas, sé bienvenido; de par en par abierta la dejé para que entres... No turbarás la santa placidez de mi espíritu... Al contemplarte, apenas el juvenil enjambre de mis dichas serenas apartárase un punto con temblorosa planta... ...

 

   El éxtasis del silencio

primeros versos

Del viejo parque en el rincón lejano, echo para el amor tibio y discreto, aspiraba el secreto de la muda caricia de tu mano... Todo callaba en torno solamente en alas del ambiente, un concierto de aromas ascendía alrededor de tu alma y de la mía, callaban brisas, pájaros y fuentes... ...

 

   El ladrón

primeros versos

Del jardín de mis hurtos, fui señor y soy reo. Abrí todas las puertas del edén de la vida, si alguna cerró el paso, la forzó mi deseo. Aprisioné cien años la alondra y el gorjeo; cien años hinqué el diente en la fruta prohibida. Expulsado y proscrito el castigo perdura; ...

 

   El sembrador de estrellas

primeros versos

Y pasarás, y al verte se dirán: ¿Qué camino va siguiendo el sonámbulo?.... Desatento al murmullo irás, al aire suelta la túnica de lino, la túnica albeante de desdén y de orgullo. Irán acompañándote apenas unas pocas almas hechas de ensueño. . . .Mas al fin de la selva, al ver ...

 

   Eran dos hermanas

primeros versos

Eran dos hermanas, eran dos hermanas tristes y pálidas Venía una de ellas de tierras lejanas trayendo en sus hombros un fardo de nostalgias, siempre pensativa, callada, con los ojos vueltos hacia el infinito, los ojos azules de pupilas vagas por los que en momentos hasta parecía salírsele el alma. . . ...

 

   Los días inútiles

primeros versos

Sobre el dormido lago está el saúz que llora. Es el mismo paisaje de mortecina luz. Un hilo imperceptible ata la vieja hora con la hora presente... Un lago y un saúz. ¿Con qué llené la ausencia? Demente peregrino de extraños plenilunios, vi la vida correr... ¿La sangre? De las zarzas. ...

 

   Mi amigo el silencio

primeros versos

Llegó una vez, al preludiar mi queja bajo el amparo de la tarde amiga, y posó su piedad en mi fatiga, y desde aquel entonces no me deja. Con blanca mano, de mi lado aleja el decidor afán y lo mitiga, y a la promesa del callar obliga la fácil voz de la canción añeja. ...

 

   Porque ya mis tristezas . . .

primeros versos

Porque ya mis tristezas son como los matices sombríos de los cuadros en que la luz fulgura; porque ya paladeo la gota de la amargura en el dorado néctar de las horas felices; porque sé abandonarme, con la santa inconsciencia de una tabla que flota, sobre el mar de la vida, ...

 

   Romance del muerto vivo

primeros versos

Hay horas en que imagino que estoy muerto; que sólo percibo formas amortajadas de tiempo; que soy apenas fantasma que algunos miran en sueños; que soy un pájaro insomne que más canta por más ciego; que me fugué -no sé cuándo- a dónde ella y él se fueron; ...

 

   Soledad del poeta

primeros versos

El iris de las alas bajo el manto; en la pálida sien, lauro y encina, rubor de rosa y de púrpura de espina... Rompió a cantar, y nadie oyó su canto. Vagó por los infiernos del espanto y ascendió por la escala diamantina; llevó hasta el mar la planta peregrina, se echó a llorar, y el mar bebió su llanto. ...

 

   Soledad tardía

primeros versos

Soledad, bien te busqué mientras tuve compañía... Soledad, soledad mía, viniste cuando se fue... De tus brazos me escapé cuando en sus brazos dormía; estar a solas quería sin adivinar por qué. Toda la noche vagué, por verte, soledad mía; regresé rayando el día, y dormida la encontré. ...

 

   Te acuerdas de la tarde . . .

primeros versos

¿Te acuerdas de la tarde en que vieron mis ojos de la vida profunda el alma de cristal?... Yo amaba solamente los crepúsculos rojos, las nubes y los campos, la ribera y el mar... Mis ojos eran hechos para formas sensibles; me embriagaba la línea, adoraba el color; apartaba mi espíritu ...

 

   Tuércele el cuello al cisne. . .

primeros versos

Tuércele el cuello al cisne de engañoso plumaje que da su nota blanca al azul de la fuente; él pasea su gracia no más, pero no siente el alma de las cosas ni la voz del paisaje. Huye de toda forma y de todo lenguaje que no vayan acordes con el ritmo latente de la vida profunda. . .y adora ...

 

   Ultimo viaje

primeros versos

Camino del silencio se ha ido. Va adelante de mí. Lleva su antorcha a salvo ya de la traición del aire. Va musitando el verso que no pudo decir la última tarde. Se perdió su sonrisa, y en sus ojos tiembla el hondo pavor del que ya sabe. Lo llamo, lo persigo. Ya no vuelve el rostro a mí para decirme: ...

 

   Y pienso que la vida. . .

primeros versos

Y pienso que la vida se me va con huida inevitable y rápida, y me conturbo, y pienso en mis horas lejanas, y me asalta un inmenso afán de ser el de antes y desandar la vida. ¡Oh los pasos sin rumbo por la senda perdida, los anhelos inútiles, el batallar intenso! ¿Cómo flotáis ahora, blancas nubes ...

 

   Yo voy alegremente

primeros versos

Yo voy alegremente por donde va la vida, entre vernales hálitos o ventiscas de otoño, mirando cómo cuaja en la yema el retoño o cómo voltejea una rosa caída. Yo voy con el pie ligero y labio sonriente a veces solo, a veces con el turbión humano, y llevo mis ensueños cogido de la mano y mi enjambre ...