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BLANCA ANDREU

 

   Agosto, agosto, la vaga...

primeros versos

Agosto, agosto, la vaga reverencia del tintero demiurgo, el claustro manuelino de la palabra gótica, la luna y la hojarasca del tintero empañado, el lenguaje escultor que nos ha herido pronunciando el idioma de la piedra. No te hablé, nunca te hablé del acento emboscado del mármol, ...

 

   Amor de los incendios...

primeros versos

Amor de los incendios y de la perfección, amor entre la gracia y el crimen, como medio cristal y media viña blanca, como vena furtiva de paloma: sangre de ciervo antiguo que perfume las cerraduras de la muerte.

 

   Amor mí, mira mi boca de vitriolo...

primeros versos

Amor mío, mira mi boca de vitriolo y mi garganta de cicuta jónica, mira la perdiz de ala rota que carece de casa y muere por los desiertos de tomillo de Rimbaud, mira los árboles como nervios crispados del día llorando agua de guadaña. Esto es lo que yo veo en la hora lisa de abril, ...

 

   Así morirán mis manos oliendo a espliego...

primeros versos

Así morirán mis manos oliendo a espliego falso y morirá mi cuello hecho de musgo, así morirá mi colonia de piano y de tinta. Así la luz rayada, la forma de mi forma, mis calcetines de hilo, así mi pelo que antes fue barba bárbara de babilonios decapitados por Semíramis. ...

 

   Así, en pretérito pluscuamperfecto ...

primeros versos

Así, en pretérito pluscuamperfecto y futuro absoluto voy hablando del trozo de universo que yo era, de subcutáneas estrellas de sangre cazadas por el ángel de la anemia en el cielo arterial, diciendo leucocitos del alba y río de linfa, o bien de lo que quise: el ligero Mediterráneo, ...

 

   Báculo de Babel

primeros versos

La cornamenta pura del carbón como una sílaba de noches cervales las carbonerías los yunques las herrerías lo más blando. No importan ya las reglas de los lenguajes erguidos lo que precede a la poesía y la presenta creciendo cabalgando herencia en desdicha no importa ya. ...

 

   Cinco poemas para abdicar...

primeros versos

Cinco poemas para abdicar, para que sean un destello terrestre en mi tránsito mientras el vaivén de mi cuerpo me dote de viejo sueño ytenga un altar adornado, mientras mis ojos suspendan la aspersión del líquido másbreve, abandonen su aire lacustre y la ligereza de la lágrima ...

 

   Cómo me parecerá extraño...

primeros versos

Cómo me parecerá extraño el aire que me envuelve, cómo será así extraño, cuando tú ya no estés, la catedral del día, el claustro que condensa la gran edad de la luz y el carácter de las tormentas. Amor mío, amor mío, tú sin día para ti, enjambrado entre espejos y entre las cosas malas, muerta la plata ...

 

   Dame la noche que no intercede...

primeros versos

Dame la noche que no intercede, la noche migratoria con cifras de cigüeña, con la grulla celeste y su alamar guerrero, palafrén de la ola oscuridad. Dame tu parentesco con una sombra de oro, dame el mármol y su perfil leve y ciervo, como de estrofa antigua. Dame mis manos ...

 

   De manera

primeros versos

De manera que sólo inevitablemente escucho los ansiosos los lenguajes escucho y era verdad que los sentía como mata- deros gastados por la luna cortada de la anemia y era verdad la sangre que se curva cubierta de tortugas soldados tártaros infantes era verdad y me protegía. ...

 

   Dí que querías ser...

primeros versos

Di que querías ser caballo esbelto, nombre de algún caballo mítico, o acaso nombre de Tristán, y oscuro. Dilo, caballo griego, que querías ser estatua desde hacediez mil años, di sur, y di paloma adelfa blanca, que habrías querido ser en tales cosas, morirte en su sustancia, ser columna. ...

 

   Di tú ángel adelgazado

primeros versos

Di tú ángel adelgazado por el silencio mientras cierro los ojos aliando en mi memoria trashumancias de arcángeles su- blimes poderosos tronos dominaciones di tú cómo no en- tiendo y sin embargo de qué manera estoy sujeto y sangro ángel sin dinastía en qué forma mi cuerpo se afirma ...

 

   Duermo, pájaro vivo...

primeros versos

Duermo, pájaro vivo, pájaro de Babilonia y pájaro vienés, pájaro acunado en Siena, pájaro de Las Californias, duermo, y la poesía huye de mí como de una frase acabada. Duermo, pájaro, sábana, palabra esdrújula, para acabar con los venenos raros, y así mira el espíritu de la avispa, ...

 

   Duermo...

primeros versos

Duermo, espíritu del pupitre, alma de la avispa párvula, pómulo de la niña rusa que intrépida habitaba entre pingüinosvivos y animales de luto, que irónica bebía arañas boreales en la cuartilla lirio de la estepa. Duermo, así, la acuárea infancia, así el perfil niño y los brocales, ...

 

   El día tiene el don...

primeros versos

El día tiene el don de la alta seda, pétalos desandados por el pie de la noche, monedas en corolas, eso dije. Pero se izó la nube de magnolia hasta llegar al núcleo ahogado, estambre eléctrico y pistilo triturado de amor, monedas deshojadas por el terrible cheque templario, ...

 

   Elphistone

primeros versos

Es la hiedra negra, en las raíces, entre las hojas del invierno, caídas hojas bajo la nieve, en las estrellas del invierno, estrellas gastadas. Yo lo recuerdo de la misma manera que el invierno cuando con sus grandes botas pisotea la tierra, como la sombra que divide así yo lo recuerdo ...

 

   En las cuadras del mar...

primeros versos

En las cuadras del mar duermen términos blancos, la espuma que crepita, la droga hecha de liquen que mueve a olvidar: en los establos del mar reina la urraca, la intriga y la discordia, nueva versión del agua y del bajo oleaje, nueva versión del agua derramada desde todas las tierras ...

 

   Escucha, escúchame, nada de vidrios...

primeros versos

Escucha, escúchame, nada de vidrios verdes o doscientos díasde historia, o de libros abiertos como heridas abiertas, o de lunas de Jonia y cosas así, sino sólo beber yedra mala, y zarzas, y erizadas anémonas parecidas a flores. Escucha, dime, siempre fue de este modo, ...

 

   Extraño no decirlo y hablar ...

primeros versos

Extraño no decirlo y hablar hidras pensadas o hacer poesía y cálculo, extraño no contarte que el cianuro Cifran viene sobre las diez, o viene Rilke el poeta a contarme que sí, que de veras tú pasas a mi sangre pero de qué nos sirve. Veneno y sombra extraña, extraño no decirlo, ...

 

   Fábula de la fuente y el caballo

primeros versos

A Beatriz de Laiglesia y Werner Aspenström Dicen que murió un caballo. Contaron que pasó como una sombra, que galopaba como noticia que va corriendo todos los días hasta la fuente agua y sonidos blancos, jaurías blancas y galgo crepitar- todos los días entre la nieve ...

 

   Final

primeros versos

Nada escucha Elphistone -Je suis de mon coeur le vampire- cuando evalúa significados, precios de viejos libros, de otros navíos, vendavales o la repentina conciencia que elimina una firme navegación. Húmeda luna que recuerdas el frío norte de la sangre, ...

 

   Hasta nosotros la infancia

primeros versos

Corónate, juventud, de una hoja más aguda Saint-John Perse Hasta nosotros la infancia de los metales raros, la muchedumbre de la plata que nos pudre en su espuma, su larga espuma larga como una cinta que naciera en un cuaderno de Back el Joven Y viniera a morir aquí, ...

 

   He aquí la gesta de la noche...

primeros versos

He aquí la gesta de la noche, su fortuna de estrellas y de lenguas de ahorcados, su corazón de mercurio que tanto pesa y hace llorar, sus intrigas y sus caballeros. He aquí la noche como un nudo, amor mío, en un nudo. Extraño, ya lo dije, cuando la tarde tiene un amor dual ...

 

   Hundiré mis manos aquí...

primeros versos

Ansí tu mudo pueblo esté seguro ( ) honrando largos mares. FRANCISCO DE QUEVEDO Hundiré mis manos aquí, en este mar que no existe, hundiré las hojas ávidas y el verso vertical que nació espada, la tinta de helecho virgen, las sílabas furtivas que iban diciendo: ...

 

   La isla de elefanta

primeros versos

Para A. B., dueño del manglar Escapando de la vibrante flor del agua -parece plata verde y verdes rosas- ya están los monos al abrigo del templo. Allí viven las celestes muchachas y los dioses que celebran sus bodas en la piedra encendida. Sólo yo soy de sangre entre esa grey. ...

 

   La vigilia de Elphistone (1)

primeros versos

Un viento -cortejo de apariencias-cree recordar el rumor de los puertos, la charla sin fin de las ciudades, zancudas de metal en el perfil, grúas y catedrales entre la niebla, múscias y descargas, destinos y negocios. Y sin embargo en dónde tus orillas, la esperanza que ciega o equivoca, ...

 

   La vigilia de Elphistone (2)

primeros versos

Débil llama del enebro, de qué estás hecha, blanca como la sangre de mi madre, certera como llegar a puerto en medio de la oscuridad, cuando el café en las bodegas se hincha y cruje la madera con sus viejos huesos, cuando el agua tantea pérdidas y ganancias, cuando el velamen ...

 

   La vigilia de Elphistone (3)

primeros versos

Sea causa de iras, reinen tormentas y vientos negros sobre la obra de esta muerte, quieta voluntad, mar detenido. Sobre su baja condición verdes ejércitos busquen guerras. Contra la calma dirige tu espada cuando el navío se hermana con el cordero y pasta el amargo sargazo. ...

 

   Los labios impacientes...

primeros versos

Los labios impacientes de la noche te sanan mientras abren el olor de la piedra te conducen si acosan el alma de la piedra si el tierno corazón mineral beben es tu hora es la noche así, dirás que te han robado como un vino novicio y te harás piedra aguda como un líquido agudo ...

 

   Mantua

primeros versos

Qué bandada de horas hacia nunca más aprovecha el viento a favor, qué brusco aleteo cuando todas las aves han callado, cuando de las acacias risas secas escapan huyendo hacia el final o ese hombre entre las estatuas entristecidas y las fuentes que vigilan su honra mientras el agua desenreda ...

 

   Marina

primeros versos

Te he visto, océano te he galopado a lomos de un violín de madera pulida de un potro alabeado del color del cerezo y eras, océano un prado de hierba azul en movimiento. Como si fueras el propio olvido te he visitado océano emperador de las aguas espejo profundo del cielo y he visto en tus eternas ...

 

   Marina del libro

primeros versos

Inquiero los porqués , los hasta cuándo los cómo y dónde y esa pregunta muda que me ahoga y vive en el silencio . Y entonces tú contestas majestuoso enorme gamo verde país de agua donde los soñadores se dan cita . Me hablas grande mar telón del cielo y tus olas ...

 

   Me queda la mar media...

primeros versos

Me queda la mar media en el triunfo del agua, en el advenimiento de los espejos y de las aleaciones, me queda la mar media y sus ahogados, cantiga y quemadura, ebrios de agua profunda y profundo dolor. Pero había un mar de la sangre más blanca y del dolor apagado, ...

 

   Mi lengua micénica quemándose...

primeros versos

Mi lengua micénica quemándose dotada de sombra. Tal materia se muestra para no marchar nunca oscura como el fondo oscuro de mayo mi lengua morada micénica dotada de sombra por mi voluntad por mi reposo acribillado de malas estrellas prevalencias de altura ...

 

   Muerte pájaro príncipe...

primeros versos

Muerte pájaro príncipe, un pájaro es un ángel inmaduro. Y así, hablaré de tus manos que se alejan y de las manos de lo hermosísimo ardiendo, pequeño dios con nariz de ciervo, hermano mío, héroes de alma recortada, niñas de oro hipodérmico que nunca creen morir, qué aguda la pupila y el filo ...

 

   Nuestras ausencias

primeros versos

Nuestras ausencias como alianzas parecidas a las estaciones poéticas al acercamiento imposible de las edades de la palabra. De: El sueño oscuro Poesía reunida (1980-1989)

 

   Oceánidos

primeros versos

De los bosques salados llegan ciervos que son delfines brincando en su belleza como arcos celestes . Parecen hechos de hojas de olivo tras una lluvia de luz de luna . Como potros como campanas saltan brillan salpican sueños .

 

   Pájaro degollado...

primeros versos

Entonces resuenan las ramas inaccesibles.VIRGILIO Pájaro degollado por las astronomías ay pájaro sajado gótico agonizante. Alta ventana de tu nombre en la ojiva del ala y de la lágrima. En lo agudo del mundo. (De: Una niña de provincias que se vino a vivir en un ...

 

   Para Olga

primeros versos

Niña de greyes delicadamente doradas, niña obsesión de la cigüeña virgen con mechones de pluma de damasco que salpicaban muerte, de la cigüeña loca con alones de estricnina dorada que viajaba dejándote un corpóreo perfume, un pulcro olor a lilas, y a dorados y rudos sueños. ...

 

   Sangro

primeros versos

Sangro de veras sangro luz que se escapa y es en mí dondelas cabalgaduras se reúnen para arrancar con orlados cascos ancas de piedra atesorada la asesina vegetación del tomillo y las llamas de mayo. También arrastro mi sueño como un vestido manchado sucio y celeste ...

 

   Septiembre es esta muerte...

primeros versos

Septiembre es esta muerte inacentuada, es la urraca suicida bebiendo vino con vago veronal en la encina de Gracilazo, y el tordo intelectual asesinado por el rubio imperdible de la falda, o acaso la hoja azul de tu pañuelo que ahorcó y cubrió la noche y me la dejó inédita, ...

 

   Tú eras columna de Babilonia...

primeros versos

Tú eras columna de Babilonia o casi, capítulo del beso de Babel cuando eras mano labios dedos torres, historia alta de ti, el libro de la voz deshojándose con paso de danza, y la colonia que se despierta y escribe estrofas verdes, y el viento era cascabel para tus pies en la luna bermeja ...

 

   Ursa Maior

primeros versos

Cierra tus puertas, muerte de los sueños, fueras el hombre que en turbión de centeno y hierba seca sobre el mar amarillo cae cuando se desbocan los caballos y despierta la cólera del padre. Aquí y allá caía sobre el mar sin perder su sonrisa torcida, anunciaba sus derechos escudo en alto, ...

 

   Vendrá sin las estrellas lácteas

primeros versos

Vendra la muerte y tendrá tus ojos C. Pavese Vendrá sin las estrellas lácteas y sin tiranosaurios de luz, maroma umbilical para niños marítimos que se ahorcaron con algas y cabellos oceánicos huyendo en hipocampos de sueño de aquel parto, en la columna vertical mayor, ...

 

   Y quisimos dormir...

primeros versos

Y quisimos dormir el sueño bárbaro, negar devotos párpados y el rubor de las damas de satén y jardín, luchar con hordas bondadosas de búfalos, dormir eras diurnas y perdidas sobre locomotoras de música brillante, que adornara con moras los vestidos el implacable dinosaurio obispal, ...

 

   Yo te di huesos...

primeros versos

Los muertos odian el número dos.F. G. Lorca Yo te di huesos de palomas rojas de palomas que alientan dentro de los rasguños desdeñoso licor de herida pequeño peldaño de muerte Atrapé las palomas que habitaban en la sangre alterada de los niños perversos robé vuelos ...