ENRIQUE DÍEZ-CANEDO | |
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![]() | Toda tierra es raíz, es tronco, es rama, tallo sin yema en que la flor reviente. ¡Oh enérgico poder! Fuerza de savias, ímpetu ascendente, fuego sin llama. Danza sin mujer. De: Epigramas americanos |
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![]() | Todo lo llevas contigo, tú, que nada tienes. Lo que no te han de quitar los reveses porque es tuyo y sólo tuyo, porque es íntimo y perenne, y es raíz, es tallo, es hoja, flor y fruto, aroma y jugo, todo a la vez, para siempre. No es recuerdo que subsiste ni anhelo que permanece; no... |
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![]() | La noche, reina negra, desciende hasta sus mares. Para el baño la ornaron sus doncellas. En sus pechos de sombra luminosos collares. En sus crespos cabellos un enjambre de estrellas. De: Epigramas americanos |
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![]() | Han venido los húngaros, hermana, osos de tardo andar, monos ladinos lleva la miserable caravana. Son los hombres esbeltos y cetrinos. Fuman pipas enormes. Llevan rojos casquetes, de los cuales se desborda la maraña de pelo, y en sus ojos brilla el destino de la errante horda. Son... |
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![]() | Blanco y azul, rosa y verde; nada que ajuste y concuerde sino en la desarmonía. Son estas cuatro matronas como banderas chillonas, cuya extraña algarabía tiene alardes inauditos, tiene cadencias bestiales. Son banderas de señales que hablan, no a señas, a gritos... |
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![]() | Qué lluvia de saetas! Certera, en cada copa de laurel, incesante, la campiña las clava. ¿O es fugitivo ejército que cede ante la tropa de la noche que llega, más compacta y más brava? II Ya está el árbol repleto. Mas no es son de aleluya su canto: es de tumulto, de pasión, de congoja... |
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![]() | Ya el mar es patria, no destierro; porque el espíritu de Ariel esboza una ciudad y un cerro con su luminoso pincel. De: Epigramas americanos |
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![]() | Cádiz es amigo ejemplar. Te trae a bordo, y, al zarpar, te dice adiós. El mar y el cielo te envuelven, y entre cielo y mar todavía ves blanquear su temblor de último pañuelo... |
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![]() | Parece el mar sereno, y una guerra civil quizá en él se desata. De su seno surgidas, se clavan en su seno las saetas de plata. De: Epigramas americanos |
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![]() | Señor, a tus designios me someto! Mi deber de hombre honrado cumplí, y aguardo, quieto, lo que hayas decretado. ¡Contigo, junto a ti, del diestro lado! Y en mi mano el boleto, si no de ganador, de colocado.... |
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![]() | La fachada barroca detuvo en un momento, que ya es de siglos, toda su masa en movimiento. Duerme la iglesia. Duerme la plazuela tranquila. Para que no despierte la palmera vigila. La ciudad sus rumores vuelve arrullo sedeño. Una mujer de manto cruza, como un ensueño. De: Epigramas ... |
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Epigramas Americanos | |