CIRCE MAIA | |
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Objetos familiares en circulo se ofrecen Al ojo y a la mano silenciosos. Es un modo de trato sin palabras Cuando el lenguaje se nos traba y pesa polvo de sin sentidos Sobre las viejas voces ya gastadas Y envueltos como en una telaraña gris sonido y triste negra tinta Estamos atrapados... | |
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Es como si del marco de una puerta entreabierta quisieras ver qué ocurre en una inmensa sala viendo tal vez la esquina de una mesa, el vuelo de un vestido. Como esos cielos de las calles estrechas telones desvaídos un pedazo flotando, cortado sobre los ojos miopes, lejos... | |
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Con gran dificultad, como un idioma nuevo, mi propio idioma. Asoman las palabras fugazmente y ya dejan un polvo, alguna equívoca sombra, se endurecen se retiran de mí, están cerradas, y como envueltas en sus signos quietas. Cubiertas por su capa de sonidos en una espesa, inerte luz... | |
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En este cuarto me rodean muebles que no conoces: tengo puesto ahora este vestido que no has visto y miro ¿hacia adentro, hacia afuera? No lo sabes. Pero ahora y aquí y mientras viva tiendo palabras puentes hacia otros. Hacia otros ojos van y no son mías no solamente mías... | |
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Estábamos tan acostumbrados al ruido de los niños, gritos, cantos, peleas que este brusco silencio, de pronto... Nada grave. Salieron. Sin embargo en pocos años será lo mismo y no nos sentaremos a esperarlos. Habrán salido de verdad. Se saldrán del correr en escaleras. ¡No corran, niños!... | |
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Aquí me ves, cubriéndome la espesa capa, torpe tejido de los desordenados pensamientos: germina uno, se alza un poco, baja y en una niebla de trivialidades se diluye, se ablanda. Dio una hora el reloj. La hora lisa. Pronto se agotarán estos sonidos de cháchara liviana... |