VILMA VARGAS | |
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No olvidaré tu rostro, nunca ni el mundo inconsistente. Los habitantes mezquinos; y tú pálido, y eso es todo. Como hoy, así silbaban aquellos viejos usureros, pero tu viste dos veces la Tierra, el sitio donde amarnos exactos, concluidos como una mano abierta. Poema proporcionado por... | |
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No podría llegar aunque camine mucho. Todo, absolutamente todo, es horizonte. El movimiento de tus párpados me aleja. Busco y te escondes, lanzo al agua una piedra y no se rizan las ondas, vuelvo donde tu estás y pasamos sin vernos, nada busco en ti que no sea mío. ¿ Dónde apacientas... | |
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La gente se amotina de una ventana a otra. El último sol cae en la calle como un perro. La ciudad arde, se arrastra encendida hasta la noche. ¿Cómo vas a ganarte la vida? Llaga la calle con tu alma que va rodando, pero muéstrale los dientes al plumaje del mundo. Poema proporcionado... | |
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Mejor levantarse a tiempo, antes que los poemas y la vieja música de la infancia. No se ve el otro brazo del sol. El día empieza como una marcha de soldados, caen al suelo blancos de papel los amigos. Vámonos por las calles donde nadie es intruso, pisando nuestros dolores, hasta... | |
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Cerca está el tiempo. En la arcilla se refrescan algunas formas; un hombre trabaja un cantero. Alguien levanta la voz que reposa en las piedras, oculto dice una alabanza a los jardines que un día recorrió, con la mitad del cuerpo hundida en la luz y la otra mitad hundida en la sombra... | |
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Las calles son un taller oscuro donde vi cosas que no dije. Fui poeta, no pensé en las actas, quise dar con el peligro. Una noche llovió y quebré mi espejo. Las damas se tienden unidas, los monos tañen sobre ellas, cargados de flores. Este no es el lugar. Voy por un poco de agua, voy... | |
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Aquí quedó oscilando mi última furia. Engullo cada mancha de la pared, cada clavo. Y me siento dueña de mi voz descolgándose, palpo sus aristas y me quedo quieta, absorbo su semilla y ya no se esparce. Me tiendo sin una piedra o talismán. Recorro el cuarto con los ojos abiertos: no hay visiones... | |
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Junto a la ventana está tu rostro, la tierra firme de tus ojos. Me acerco y toco tu mano, tus rodillas, paso mi mano por tu pelo. Yo te conozco. Me pasaré la vida tentando el fondo hasta que suba una imagen que se te parezca. No duermo: acecho. Cerco con flores y con dientes a un... | |
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Las palabras no son de este mundo sino cuando caen a tierra semejantes a frutos o demonios.. Vivir ha sido convocarlas. Tengo una sola almohada, un solo respaldar, pero cuido mi vaso, mi risa: en la espesura de las hierbas inclino mi cabeza. Y también he llorado, pequeña, mal... | |
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La vida es música que se aleja. Contemplas desde una ventana el mundo con la pasión de quien lo ha tenido. El río salta como una sorpresa. Una piedra que no es suya lo ve correr. ¿Oyes? Hasta el aire parece alejarse. Ya no se ven los rostros. Eres una más, ausente, jugando en tu casa... | |
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En la noche cercana alguien me espía. En las caras una lágrima se alarga. Voy a entrar donde no logró deslizarse el sol. Pero no querré enseñarles a llorar porque soy una buena niña de piedra. Poema proporcionado por la... | |
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Duele el poema. Hay una paloma abriendo el pecho. El sol salta como una llama hasta quedar en el pavimento. No hay regreso. Prisa es la mañana. El perro siguió la cadena de su amo. Hecho polvo un hueso. Se fue la paloma desnuda sin ser mirada. El calor se deshace en un charco de imágenes... | |
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Porque espero porque parece que nadie viene por el silencio y las cosas que son ajenas por lo repentino y los pájaros por las puertas que únicamente al mediodía en el calor cuando parecen abrirse crujen y atrapan algunos ruidos por el fuego que sombrea su cola pido perdón pido perdón... | |
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El cuerpo quiere rendirse y no sé como aguardas todavía en vez de maldecir. Nada pasa. Se mueven algunos tallos; un silbido entra por la ventana. Tienes que aprender a alejarte y no digas después dónde estuviste. Cómo podrían entender Los que no han aruñado las paredes... | |
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En esta tierra donde debemos vivir otra alucinación vendrá después. Falta de cobijo, nuestra vida insepulta. Un pueblo calla sus muertos bajo la fuerza de algún resucitado. En está ciudad aguzada en la espera no debemos morir, en esta ciudad de cal nuestras manos se aferran al sol,... | |
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Todo nos falta, un cigarrillo, tiempo para escribir, una excusa para los acreedores. El último fósforo está empapado. La humedad de la casa nos hace temblar. Llueve. Dame un mendrugo para el alma, para el gesto huraño, para el hambre y buen tiempo para los que se marchan. Poema... |