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MANUEL MAGALLANES MOURE

 

   Adoración

primeros versos

Tus manos presurosas se afanaron y luego, como un montón de sombra, cayó el traje a tus pies, y confiadamente, con divino sosiego, surgió ante mí tu virgen y suave desnudez. Tu cuerpo fino, elástico, su esbelta gracia erguía. Eras en la penumbra como una claridad. ...

 

   Alma mía

primeros versos

Alma mía, pobre alma mía, tan solitaria en tu dolor. Enferma estás de poesía, alma mía llena de amor. Crees que la vida es un cuento, crees que vivir es soñar... Pobre alma sin entendimiento, hora es esta de razonar. Ve que la vida no es aquella que te forjaste en tu candor: ...

 

   Amor

primeros versos

Amor que vida pones en mi muerte como una milagrosa primavera: ido ya te creí, porque en la espera, amor, desesperaba de tenerte. era el sueño tan largo y tan inerte, que si con vigor tanto no sintiera tu renacer, dudara, y te creyera, amor, sólo un engaño de la suerte. ...

 

   Apaisement

primeros versos

Tus ojos y mis ojos se contemplan en la quietud crepuscular. Nos bebemos el alma lentamente y se nos duerme el desear. Como dos niños que jamás supieron de los ardores del amor, en la paz de la tarde nos miramos con novedad de corazón. Violeta era el color de la montaña. ...

 

   Aquella tarde

primeros versos

Aquella tarde única se ha quedado en mi alma. Su luz flota en la sombra de mi noche interior. Sólo una fugitiva vislumbre en la ventana, sólo un azul reflejo, nada más que un vapor de luz que se filtraba por las breves junturas, sólo un vaho de cielo, no más que una ilusión de claridad ...

 

   de mis días tristes

primeros versos

Quedo, muy quedo penetré a tu alcoba y ahogando el rumor de mis pisadas. avancé... Ya la luz desfallecía. El aposento sumergido estaba en una claridad tenue y dudosa; y era esa claridad así tan lánguida como la suave luz de tus pupilas cuando mi boca febriciente y ávida muerde ...

 

   El buen olvido

primeros versos

¡Hace ya tanto tiempo! Te creí tan distante, tan perdida en el hondo sendero del olvido, y ha bastado esta noche tranquila e inquietante, y han bastado este aroma en el aire doemido, y estas sombras profundas y este vago claror de la luna en creciente, para que yo te tienda mi alma ...

 

   El paseo solitario

primeros versos

Ya estoy solo, mi amor. Tras el penoso ascender por atajos y quebradas domino la extensión del mar ruidoso, cuyas olas se rompen en cascadas al pie del farellón en que reposo. El mar, la soledad... Allá la ardiente fulguración del sol que ya declina, y abajo un remover de espuma hirviente ...

 

   El regreso

primeros versos

Me detuve en la entreabierta puerta de mi oscuro hogar y besó mi boca yerta aquella bendita puerta que me convidaba a entrar. Mi corazón fatigado de luchar y de sufrir, cuando escuchó el sosegado rumor del hogar amado de nuevo empezó a latir. Fue como el lento regreso de la muerte hacia la vida, ...

 

   El rompimiento

primeros versos

En un chispazo de orgullo, o de dignidad (y creo que quizás fué de amor propio) la eché en cara mi desprecio. Ella quiso disculparse, quiso defenderse, pero yo no la escuché y entonces su boca guardó silencio. Calló su boca y hablaron sus ojos. ¡Lo que dijeron esos adorados ojos ...

 

   El vendimiador a su amada

primeros versos

En los frescos lagares duerme el zumo oloroso de las uvas maduras. Turbador, amoroso, es el vapor que sube de los frescos lagares. ¡Y tu aliento oloroso como los azahares! Ayer, cuando en la viña cogías los maduros racimos, yo observaba los finos, los seguros perfiles ...

 

   Ella y él

primeros versos

ELLA: Sus ojos suplicantes me pidieron una tierna mirada, y por piedad mis ojos se posaron en los suyos... Pero él me dijo : ¡más! Sus ojos suplicantes me pidieron una dulce sonrisa, y por piedad mis labios sonrieron a sus ojos... Pero él me dijo : ¡más! Sus manos suplicantes ...

 

   Jamás

primeros versos

Ante nosotros las olas corren, corren sin cesar, como si algo persiguieran sin alcanzarlo jamás. Dice la esposa: ¿No es cierto que nunca habrás de tornar junto a esa mujer lejana? Y yo contesto: ¡Jamás! Ella pregunta: ¿No es cierto que ya nunca volverás a celebrar su hermosura? ...

 

   Nadie ve, ni tu misma

primeros versos

Como el rayo de sol que envuelve al árbol y que hace florecer todas sus ramas; como la onda de agua cristalina que da al rugoso tronco fresca savia, así en redor de mí, como un divino efluvio que hace florecer mi alma, así como la onda cristalina, dándome un vigor nuevo estás, mi amada. ...

 

   Por la orilla del mar

primeros versos

A la caída del sol, por la playa inmensa y sola, de frente al viento marino nuestros caballos galopan. Es el horizonte de oro, oro es la mar y oro arrojan los cascos de los caballos al chapotear en las olas. En blancos grupos contemplan caer el sol las gaviotas; mas, al acercarnos, . ...

 

   Recuerdas (¿Recuerdas?)

primeros versos

¿Recuerdas? Una linda mañana de verano. La playa sola. El vuelo de alas grandes y lerdas. Sol y viento. Florida...el mar azul. ¿Recuerdas? Mi mano suavemente oprimía tu mano. Después, a un tiempo mismo, nuestras lentas miradas posáronse en la sombra de un barco ...

 

   Sobremesa alegre

primeros versos

La viejecita ríe como una muchachuela, contándonos la historia de sus días más bellos. Dice la viejecita: ¡Oh, qué tiempos aquellos cuando yo enamoraba a ocultas de la abuela! La viejecita ríe como una picaruela y en sus ojillos brincan maliciosos destellos ¡Qué bien luce la plata ...