LAUREN MENDINUETA | |
De igual modo Nombro padre o madre En ambos enfrentada no puedo ser Trono o Altar. Con las manos manchadas de inocencia Lo que tomo del aire me espanta. ¿Quién irá en mi lugar? El cordero no es propicio aún Pero las sombras insisten Y estoy sola Como en el principio ... | |
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Después del nacimiento Fui llamada al final de la tierra Donde construí una prisión Abierta al denso cielo. Crecía Crecía y el signo era un gran cuerpo oscuro. Los barrotes gemían la corrupción del hierro. Las ranas como centellas ardientes Se fecundaban. Ahora estoy Todavía conmigo ... | |
Una mujer Trata de anular las imágenes que emite. Las manos Sobre la rodilla derecha para ocultar El vacío aliento de la juventud. Inclinada ligeramente hacia cualquier lado Una sonrisa falsa pero hermosa. Callada se pregunta Cómo demostrar que su cuerpo No piensa en la muerte. ... | |
Insisto en no esquivar nada Vivir es participar ¿Acaso no es más sensato elegir entre lo conocido? Me opongo a la servidumbre ¿Lo he logrado? Sometida a otra esclavitud Soy verdugo y víctima Lo acepto Lo prefiero Reconozco la grandeza del héroe ¡Oh gloria! ¡Oh victoria! ¡Oh desdichado! ... | |
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(De Robert Browning a Elizabeth Barrett) Porque naces de mí Eres mi poema. Mi cuerpo Con la fuerza del viento Se enreda en la tierra Como el polvo de tus huesos. Puedo mirarte en la violeta Tú no lo sabes Lo sientes Sin saber que eres tú. Flor silvestre de Inglaterra ... | |
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(20 de septiembre de 336 a. de J. C.) A veces pude llamarte Maestro. Olías a barro sudoroso Aquellas tardes ennoblecidas Por el humo del sacrificio. Te pregunté por el destino Y tus ojos chocaron Saltando chispas. Mi mente debe ser Una gran hoguera. Filipo el desgraciado me dijo: ... | |
(En un día imposible de precisar) Por voluntad divina Nos une la memoria. La sombra de tu cercano tormento Se mezcla con la mía Blandamente como si entrara al paraíso. ¡Agonía Emerges desde el fondo de los siglos! Si pudiera lanzaría tu nombre A los brazos infinitos de la noche. ... | |
Dónde buscará tu mano Ahora que la mía es inútil. Eres infinito por inalcanzable. Arrebatada de ti Fui desterrada de la sombra del paraíso Al que no aspiro. Y sin embargo Nada más real que el sufrimiento De estas paredes Exaltadas para humillarte. Borra resueltamente ... | |
Esta sangre derramada No es la sangre de Dios. Cómo interpretar las señales Si los clavos son tan de este mundo. No olvidan los nuestros Que somos la renovación Del primer sacrificio. ¿Hacia dónde corre el tiempo? ... | |
para Alan Mills En medio de alegres reuniones el mundo, más modesto, es apenas real. Auxiliar de la gracia divina allí, en pie, estás, existes. Entras y como la vara que cruza el agua pareces doblegarte. De lo real, ilusión. Me desconciertas en la parte de mí que confía en el cálculo. ... | |
En rouvant mes yeux pleins de flamme J ai vu l horreur de mon taudisCharles Baudelaire Hay dolores que no llevan a la tumba. El reconocimiento de nuestro lugar en la historia Y la injusticia que nos corresponde para completarla. Las voces de auxilio que se incrustaron ... | |
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La impresión está llena de errores. Las palabras cojean sin llegar al final. Algunas frases se desmoronan Arruinándolo todo. Las manos manchadas de tinta Disecan recuerdos. El escritor busca aquello no escrito Que complete La página no iniciada del hombre. | |
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(Pensando en Magda Hingtinberg, París, Invierno de 1917) Le nombré el dolor de los sentidos De cómo su aparición supera toda presencia Le hablé de paisajes que ella ha transformado En música Le confesé por escrito que yo ya no soy Aquel joven que ella admira Si pudieran los sentimientos ... | |
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(Página del diario de Adrianne Rich) Primavera Rutina de los años. Un día más contra la pared. ¿Puedo interrumpir este suicidio indefinido? Escribo Una pequeña boca Desea mis pezones. ¿Cómo sobrevivir a una pequeña aún más joven Sobre el viejo mundo Alimentándola de muerte? ... | |
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Todo se nos escapa No podemos retenernos a nosotros mismos. Cada segundo pasado Nos hace un poco más mortales. Tal vez con suerte Nos conserven otros. En la memoria No se pudren los muertos. El espíritu No existirá o dejará de existir Aunque creamos en él. ... | |
(Constantinopla, Mayo 29 de 1453) Bandera de carne a la altura de los buitres. No he querido arrancar la guerra o Marchitar el grito desgarrado de un pueblo Que bulle confuso. Escucho el canto que se escapa De los calabozos Y reconozco en él El objeto más concreto de la lucha. ... | |
La noche derramándose a mis espaldas. La ciudad no calla y aunque el silencio es urgente todos sus gritos están bien. Nada importa la pareja es distancia duplicada en todo caso. Fragilidad humana inminente me niego a apreciar las flores de papel mientras camino. ... | |
La que sin ser yo No es otra La de tirantes dedos para acariciar El espino Escribe Pocos añosPocas horas No menos de mil No más de mil Recoge La herida de la tierra amarga Para protegerse De la orgullosa espesura Sostenida por siete pájaros azules Su soledad No derrama pájaros ... | |
Para Jorge Luis Borges Me pesan El bullicio y la injusticia La marea turbia Y el olor de un atardecer marino Que no he de presenciar Las largas despedidas Y los encuentros fugaces Algunas palabras Y los silencios forzados por la distancia La noche despoblada de ti ... | |
El libro que estoy escribiendo Es una tumba anticipada. Si hiciera una lista de aquello Que no me queda Sería esta: NO ME QUEDA CUERPO. Tal vez escribir un poema fue lo mejor Aunque la poesía no sirve de nada. A veces creí Estar fuera de la historia ¡Maldita ilusión Para escapar de un tiempo ... | |
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(Enviada por Franz Kafka a Felice Bauer, desde el sanatorio naturista de Jugborn, Noviembre 1 de 1912) El aire tiene aquí Ese olor que tú conoces. Un olor distinto a mí Fuerte Como bálsamo de bestia. Este es el lugar Yo estoy aquí Y lo soporto oscuramente. Las horas se derriten ... | |
(Dadas a un terlocutor anónimo, después de la batalla de Austrlitz) ¿Regresa la tranquilidad al lecho de los reyes después de la batalla? Las muertes colectivas devuelven la calma A las histerias individuales ¿Mueve a tu sangre la venganza enemiga? ... | |
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Para la sombra de Octavio Paz El cuchillo que rasga la luz La silueta sobre el papel El rastro terco Que jamás se aleja de la indecisa forma La presencia infinita Que es también la nada En el camino La mejor parte de un árbol El encanto del íntimo rincón La red que se teje al otro lado de las cosas ... |