FRANCISCO CARO | |
| |
Me moriré desierta de sangres repetidas y de ti, no llegarás a tiempo, sé que no, me moriré de olvido, del blando seconal no sé vivir sin nadie que me rabie a querer hoy que nadie me rabia quiero desierta: retiraré de mí cada palabra, cada sílex, cada pobre abanico de mujer... | |
| |
Era la ciudad de jaime gil era el solsticio, su nocturna impaciencia quien extendía un incendio de hogueras prevenidas por la cima vegetal de las terrazas eran brasa san juan y nuestros cuerpos, era la tarde en que ardían felices multitudes, ríos de cobre, jóvenes de espuma... | |
| |
Dos cuerpos frente a frente son a veces dos olas y la noche es océano. Dos cuerpos frente a frente son a veces dos piedras y la noche desierto. Dos cuerpos frente a frente son a veces raíces en la noche enlazadas. Dos cuerpos frente a frente son a veces navajas y la noche ... | |
| |
En el móvil la luz de tu llamada, dices: mi cuarto frío sé de un par de cuerpos leña que se anhelaron, ¿arde en la tuya mi boca recordada? Te respondo que ya, que acudo en nada, que derrito el asfalto de la tarde, que ni un hueco en la mía que no guarde ascuas, ¿sigue la tuya en llamarada?... | |
| |
Dos cuerpos frente a frente son a veces dos olas y la noche es océano. Dos cuerpos frente a frente son a veces dos piedras y la noche desierto. Dos cuerpos frente a frente son a veces raíces en la noche enlazadas. Dos cuerpos frente a frente son a veces navajas y la noche ... | |
| |
Fui con padre, llevado de su mano, a un tramo más al norte, curso arriba de octubre y el molino, serio, iba el silencio con élfue el verano un estío excesivo, seco, llano, subíamos el cauce, piedra viva; buscaba la callada, la cautiva, tristeza de su ayer republicano... | |
| |
Dos cuerpos frente a frente son a veces dos olas y la noche es océano. Dos cuerpos frente a frente son a veces dos piedras y la noche desierto. Dos cuerpos frente a frente son a veces raíces en la noche enlazadas. Dos cuerpos frente a frente son a veces navajas y la noche ... | |
| |
De circunstancias, como susurro, como párvula brizna, mínimo debe nacer, manantial, el poema luego hacedlo crecer en la intención, forjadle tenso el ritmo, sin sofoco, que nunca se derrame ni os domine como a veces pretende, que no os tema, conducidlo sereno a su final... | |
| |
Sin ninguna urgencia caen, como losas ingraves caen, son blancas aves tristes, pedazos de la piel que me creciera en los días de espuma y caen, calmada como está al fin su rebeldía son el vuelo, son lo ceremonioso, caen y en su liturgia fingen la verticalidad o la desidia fingen... |