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LOLA VELASCO


listado de poemas

 
Contemplas la parte del astro

Contemplas la parte del astro que no se ve, la que vive para lucimiento de su otra mitad. La estratega misteriosa, la que deja pasar las estaciones y amontona cerillas porque en su territorio siempre es invierno. La que descansa sobre un paisaje de esqueletos, y se pregunta cómo es posible ...

El huésped del mal

NADIE sabrá de las piedras ni del agua con que el odio construye su cuerpo MUCHO ANTES de que el deseo ahogase su vientre en la rabia, él ya volvía de la muerte. NADIE SABRÁ por qué el tiempo busca su sentido en el cansancio de seguir suicidándose. ...

La bella y la bella

SIEMPRE que él la toca, ella se hace unos cortes en la frente. El rojo de la sangre se vuelve tierra, tierra mojada y fría, en sus ojos oscuros. LA SANGRE le oculta las lágrimas que no han caído, que no caerán. Tiene una mirada negra en contraste con lo pálido de su piel casi transparente. ...

La diosa madre

La diosa madre dobla la esquina y doy vueltas a mi ombligo. Lo retuerzo. La realidad es esto. La realidad es lo que queda cuando se desplaza. Selección: Marta López-Luaces Montclair State University

La voluntad imposible

EL DOLOR, como el deseo, es una estatua de polvo. ABRO la boca, y te golpeo. Abro la boca, y me pides el aire de un grito. Mi VOZ es el sueño de la muerte, la escritura sobre un cuenco de sangre. Mujeres de carne y verso. Antología poética femenina en lengua española del siglo XX. ...

Los buitres lanzan piedras

Los buitres lanzan piedras y la diosa madre se aferra al huevo de un avestruz. Lo protege. No olvida que el dolor deforma. Tiñe las uñas de sus pies y manos, y espera. Ha de rescatar esa imagen del polvo del desierto. Nada más allá de lo que ahora ve. El dolor abulta como un hijo no deseado. ...

Veintinueve de marzo

Qué tristeza el gris vencido de tus ojos, cuando callas la ironía del fuego. Sólo entonces soy culpable del aire. Sucede cuando te miro. Todo queda lejos y abandonado a la hondura sin límites de lo intransferible. Qué extraña luz el tiempo. Mujeres de...