| Anomalía |
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No paseo. Ni ando. Voy a casa. Cayó del monedero el bono-bus y tengo cinco duros. Ni para cerveza me queda. Te amé escrupulosamente. Iba a charcuterías y te invitaba a cenar. Eso era una muestra evidente de mi ternura. No tengo nada. Nada. Selección: Guido Ferrer |
| Cansancio |
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Sentada es como si bebiera largos tragos de playa, pócimas de tonterías y me cortase las uñas, sin compañía. Es un cuento más, una residencia cara. Piso el suelo con bocados de ansiedad y me lleno de reliquias el cuerpo, salgo asustando. Repito en larguísimo silencio ... |
| Confirmación |
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Soy una larga espalda inclinada hacia el sur. Que mi madre me dio leche, ya lo sé. Que me hincó la uña con cierta parsimonia bajo los cojines y edredones y su femenino amor tuvo que darme osamenta y cutis. Gracias al fervor de las nubes cultivó soliloquios. Y ella, ... |
| Cúspide |
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U olvidar. Hacia atrás sueño. La rareza de un bosque en un póster sobre la aguja del reloj. Te tuve cuando no te tenía, corre brisa tanto corre que ventea. Un libro y dos páginas leídas, qué cuerpo tienes. Ya no te quiero, qué hermoso: ya no te quiero. Me da perplejidad tomarte de la mano, ... |
| Dejando de amar |
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Ya no le digo te quiero a nadie, he perdido el sur del vestido y las costuras se abren, parezco una tela inflexionada, una rota lana. Me río de tanta lluvia, a veces el aliento es iracundo y lunático, la frescura y el atrevimiento se han hecho detritus, pondero por eso todo amor deshilachado, ... |
| Dejando de amar |
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Ya no le digo te quiero a nadie, he perdido el sur del vestido y las costuras se abren, parezco una tela inflexionada, una rota lana. Me río de tanta lluvia, a veces el aliento es iracundo y lunático, la frescura y el atrevimiento se han hecho detritus, pondero por eso todo amor deshilachado, ... |
| El bello secreto de la memoria |
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Dispensa mis terraplenes. Ya no pueden con el agua embarrizarse, han agrietado su forma y entre algunas franjas yerba seca asoma. Las lluvias y los otoños no pueden penetrarme, mi forma irregular se ha hecho compacta y quien anda sobre mí, se cansa. Mujeres de carne y verso. ... |
| El efecto de un paisaje |
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Es la una y treinta medio cuerpo asomado a la vida entera. Desapercibo un raro calambreo que nace en las piernas. Brilla lo que queda de luna. Mis oquedades buscan ritos, mis soledades están sobre los zapatos que he deshebillado porque me ladeaba su presión. ... |
| El tiempo sí regresa |
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Una cacerola que dejé puesta un día sobre el mármol de la cocina. Aquel lugar deshabitado largos años mantuvo el utensilio. Yo era otra al volver a destaparla. Vi moho vi roña, vi partículas muy confusas nadando en el agua pestilente. Vi la forma de la cacerola intacta. ... |
| Empezar |
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Todavía no he bebido lo suficiente. No digo mucho, digo lo suficiente. Así que ahórrate la otra vez y próximas. Nunca dije: atada soy. Ni me horroricé por un beso en cualquier parte. Adoro sólo lo adorable. Un día, u otro siempre puede asomarse una a la ventana y ver tejados. ... |
| Esto está muerto |
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Ha sonado alrededor de los aconteceres una silueta que no estaba prevista pero que existía. Tiene sombra. Se cubre de tus órganos principales y elabora un porvenir onírico forjado en el centro de tu alma. Pero a eso que tú llamas alma, llámalo fumar un poco más, detenerse en más bares. ... |
| Extraña tristeza |
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Silenciosa, más que el polvo de la botica, enmadejando hacia atrás con insolencia varias disipaciones, busca el hito de su putaísmo maltrecho y no goza con el pensamiento sino que, al quedarse puntuando las gracias que le dieron, se le ocurre mirar la gamuza, y la mira, ... |
| Heladas por el presente |
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Soy una mujer que se alejó del mar. El pequeño fin, como dije. Ponerse la toalla, el pequeño trozo de pared, pon la mano y échate sobre mí, un poco lejos, el pecho es piedra. Sobre mí deja la cal un rastro de tres dedos, debió apretar más con el pulgar que con el índice. ... |
| La derrota da pruebas de que estamos vivos |
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Recuerdo dos horas seguidas. Luego un abatimiento. Se filtraba la luz, pero anochecía. Yo era otra. ¿Dónde estará aquella ropa? Era la misma que soy ahora. Menos cosas que recordar menos vida, o más vida, o poca vida. O ninguna vida por delante ni hacia atrás. Mi vida. ... |
| La valía de un olvido |
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Ese vicio solitario la va a perder, va a partir los entremeses equivocadamente para que en la boca naden solos, y entretendrá su cutis con varias cremas mientras pasa el tiempo, y caerá en la cuenta de su gran error mordiéndose al buscar la tarjeta del autobús que se le olvidó ... |
| Lejos de ti todo es moral |
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Da igual que vivas en un primer piso también cae sin deseo especial. Lo sé todo de ti, pero no te siento. Se dobló delante mío, como si no estuviese, me indicó su presencia con el lenguaje del que lo ha perdido todo. Has traído mi vieja ropa no sé por qué últimamente me falla la incoherencia. ... |
| Lo que se sabe |
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Toda mi vida la pasión soterrada en el bajo fondo de la placidez. La idea de la pericia escapa. Un lento proceso al amanecer. La quinta vez que reescribo. Te lo dije. No creo. La fe ha resbalado como la resina joven, como el trazo de una oruga, la fe se ha derretido en la baba ... |
| Retrato fingido |
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Algo de gozo, nunca un latido constante y la forma de cerrar las ventanas en un corredor resentido. Parece liviana. Cuando surge de broches y maquetas es aún silenciosa, turulata y cambiante en recorridos viscosos. Parece loable: sacrifica partículas con un tenaz balbuceo ... |
| Te lo ruego |
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Me encontré tan menuda, tan encogida, ovillada en eso que la taquicardia auguró. Doce o trece horas de amor desmedido maldita sea hoy, cómo avanzaba la sabandija entre mi letargo haciéndome diminuta el tiempo crecía. Me puso las manos encima y me queda ese temblor. ... |
| Testamento |
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Amor mío dos puntos, se cayó la voluntad de seguir siendo, salgo enhebrada de tu saliva aún y me aturde dejar de perseguirte, tú que fuiste llama en la ojera y calidez de un dedo locura de apuñalamiento certero, ensayo noble que se caracterizaba por la insistencia del tema con un fondo alegórico, ... |
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