| Adiós, ríos (gallego) |
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Adiós, ríos; adiós.fontes, adiós, regatos pequeños; adiós, vista dos meus ollos; non sei cándo nos veremos. Miña terra, miña terra, terra donde me eu criéi, hortiña que quero tanto, figueiriñas que prantéi, prados, ríos, arboredas, pinares que move o vento, paxariños piadores, casiña do meu... |
| Ando buscando mieles y frescura... |
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Ando buscando mieles y frescura para mis labios secos, y no sé cómo encuentro ni por dónde ardores y tormentos. Ando buscando almíbares que endulcen estos agrios versos, y no sé cómo ni por dónde siempre se les cruza un duelo. Y el cielo y Dios bien saben que no tengo culpa de eso. ... |
| Ando buscando mieles y frescura... |
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Ando buscando mieles y frescura para mis labios secos, y no sé cómo encuentro ni por dónde ardores y tormentos. Ando buscando almíbares que endulcen estos agrios versos, y no sé cómo ni por dónde siempre se les cruza un duelo. Y el cielo y Dios bien saben que no tengo... |
| Arrodillada ante la tosca imagen |
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Arrodillada ante la tosca imagen, mi espíritu, abismado en lo infinito, impía acaso, interrogando al cielo y al infierno a la vez, tiemblo y vacilo. ¿Qué somos? ¿Qué es la muerte? La campana con sus ecos responde a mis gemidos desde la altura, y sin esfuerzo el llano baña ardiente ... |
| Cantares Gallegos (XV) |
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Adiós ríos, adiós fuentes; Adiós, arroyos pequeños; Adiós, vista de mis ojos; No se cuando nos veremos. Tierra mía, tierra mía, tierra donde me crié, huertiña que quiero tanto, higueriñas que planté, prados, ríos, arboledas, pinares que mueve el viento, pajariños piadores, casiña de mi contento, ... |
| Castellanos de Castilla (gallego) |
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Castellanos de Castilla, tratade ben ós gallegos; cando van, van como rosas; cando vén, vén como negros. Cando foi, iba sorrindo; can do veu, viña morrendo a luciña dos meus ollos, O amantiño do meu peito. Aquel máis que neve branco, aquel de dosuras cheio, aquel por quen eu vivía... |
| Cementerios de Galicia |
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Cementerios de Galicia con sus cipreses tan altos, con sus olivos oscuros y sus humildes osarios, todos de flores cubiertos, frescos como nuestros campos, tristes a la amanecida y en las tardes solitarios cuando el poniente los baña con su resplandor dorado, llenos de un grande sosiego ... |
| Cuando pienso que te huyes |
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Cuando pienso que te huyes, negra sombra que me asombras, al pie de mis cabezales tornas haciéndome mofa. Si imagino que te has ido en el mismo sol te asomas, y eres estrella que brilla, y eres el viento que sopla. Si cantan, tú eres quien cantas; si lloran, tú eres quien llora; y eres murmullo ... |
| Dicen que no hablan las plantas |
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Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los pájaros ni la onda con sus rumores, ni con su brillo los astros; lo dicen, pero no es cierto, pues siempre cuando yo paso de mí murmuran y exclaman: —Ahí va la loca soñando con la eterna primavera de la vida y de los campos, y ya bien... |
| Dicen que no hablan las plantas... |
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Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los pájaros, ni la onda con sus rumores, ni con su brillo los astros: lo dicen, pero no es cierto, pues siempre cuando yo paso de mí murmuran y exclaman:-Ahí va la loca, soñando con la eterna primavera de la vida y de los campos, ... |
| Dicen que no hablan las plantas... |
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Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los pájaros, ni la onda con sus rumores, ni con su brillo los astros: lo dicen, pero no es cierto, pues siempre cuando yo paso de mí murmuran y exclaman: —Ahí va la loca, soñando con la eterna primavera... |
| Era apacible el día |
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Era apacible el día y templado el ambiente y llovía, llovía, callada y mansamente; y mientras silenciosa lloraba yo y gemía, mi niño, tierna rosa, durmiendo se moría. Al huir de este mundo, ¡qué sosiego en su frente! Al verle yo alejarse, ¡qué borrasca la mía! |
| Era apacible el día |
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Era apacible el día y templado el ambiente, y llovía, llovía callada y mansamente; Y mientras silenciosa lloraba y yo gemía, mi niño, tierna rosa durmiendo se moría. Al huir de este mundo, ¡qué sosiego en su frente! Al verle yo alejarse, ¡qué borrasca en la mía! Tierra sobre... |
| Era apacible el día |
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Era apacible el día y templado el ambiente, y llovía, llovía callada y mansamente; y mientras silenciosa lloraba yo y gemía, mi niño, tierna rosa, durmiendo se moría, Al huir de este mundo, ¡qué sosiego en su frente! Al verle yo alejarse, ¡qué borrasca en la mía! Tierra sobre el cadáver insepulto... |
| Éste se va y se va aquél |
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Éste se va y se va aquél, y todos, todos se van. Galicia sin hombres quedas que te puedan trabajar. Huérfanos a cambio tienes y campos de soledad, madres que están sin hijos, e hijos que sin padre están. Y corazones que sufren la larga ausencia mortal, viudas de vivos y muertos ... |
| Extranjera en su patria |
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En la ya vieja baranda tapizada de hiedras y de lirios fuese a sentar callada y tristemente frente al templo antiguo. Interminable procesión de muertos unos en carne, otros en espíritu, vio poco a poco aparecer arriba del derecho camino, que monótono y blanco relumbraba igual que un lienzo ... |
| Follas novas (Hojas nuevas) (XVII) |
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Mira que mi corazón es una rosa de cien hojas, y cada hoja una pena que vive apegada a otra. Arranca una, arranca otra: penas me quedan de sobra; hoy diez, mañana cuarenta, deshoja que te deshoja ... ¡El corazón me arrancas al arrancármelas todas! |
| Follas novas (Hojas nuevas) (XV) |
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Un latido, otro latido; un dolor, otro dolor; tras un olvido, otro olvido; tras un amor, otro amor. Y al fin de tanta fatiga y de tan diversa suerte, la vejez que nos espanta o el reposar de la muerte. |
| La ventura es traidora |
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Teme que una inmensa dicha aquí abajo te sorprenda; glorias, aquí, sobrehumanas traen desventuras supremas. No imagines que pasa el dolor cual pasan los gustos en la tierra; ¡hay infierno en la memoria si no lo hay en la conciencia! Cual arraiga la yedra en el muro en algún pecho arraigan ... |
| Llévame a aquella fuente |
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Llévame a aquella fuente cristalina donde juntos bebimos las purísimas aguas que apagaron sedes de amor y llamas de deseos. Llévame de la mano como antaño... Mas no, que tengo miedo de ver en el cristal... |
| Llévame a aquella fuente |
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Llévame a aquella fuente cristalina donde juntos bebimos las purísimas aguas que apagaron sedes de amor y llamas de deseos. Llévame de la mano como antaño... Mas no, que tengo miedo de ver en el cristal la sombra de aquel negro desengaño sin cura ni consuelo que entre los dos puso el ... |
| Moría el sol |
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Moría el sol, y las marchitas hojas de los robles, a impulso de la brisa, en silenciosos y revueltos giros sobre el fango caían: ellas, que tan hermosas y puras en el abril vinieran a la vida. Ya era el otoño caprichoso y bello. ¡Cuán bella y caprichosa la alegría! Pues en la tumba de las muertas ... |
| Negra sombra (español) |
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Cuando pienso que te huyes, negra sombra que me asombras, a mis mismos cabezales tornas haciéndome mofa. Si imagino que te has ido en el mismo sol te asomas, y eres estrella que brilla, y eres el viento que sopla. Si cantan, tú eres quien cantas; si lloran, tú eres... |
| Negra sombra (gallego) |
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Cando penso que te fuches, Negra sombra que m´asombras, Ô pe d´os meus cabezales Tornas facéndome mofa. Cando maxino qu´ ês ida N´o mesmo sol te m´amostras, Y eres a estrela que brila, Y eres o vento que zóa. Si cantan, ês tí que cantas, Si choran, ês tí que... |
| Oh, Padrón |
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Oh, Padrón! ¡Cuán hermosa es tu vega, oh Padrón, oh Iría Flavia! Mas el calor, la vida juvenil y la savia que extraje de tu seno, como el sediento niño el dulce jugo extrae del pecho blanco y lleno, de mi existencia oscura en el torrente amargo pasaron, cual barrida por la inconstancia... |
| Orillas del Sar (I) |
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A través del follaje perenne que oír deja rumores extraños, y entre un mar de ondulante verdura, amorosa mansión de los pájaros, desde mis ventanas veo el templo que quise tanto. El templo que tanto quise... pues no sé decir ya si le quiero, que en el rudo vaivén que sin tregua ... |
| Orillas del Sar (II) |
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¡Otra vez! Tras la lucha que rinde y la incertidumbre amarga del viajero que errante no sabe dónde dormirá mañana, en sus lares primitivos halla un breve descanso mi alma. Algo tiene este blando reposo de sombrío y de halagüeño, cual lo tiene en la noche callada de un ser amado ... |
| Orillas del Sar (III) |
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Oigo el toque sonoro que entonces a mi lecho a llamarme venía con sus ecos, que el alba anunciaba; mientras cual dulce caricia un rayo de sol dorado alumbraba mi estancia tranquila. Puro el aire, la luz sonrosada, ¡qué despertar tan dichoso! Yo veía entre nubes de incienso visiones ... |
| Orillas del Sar (IV) |
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Tras de inútil fatiga, que mis fuerzas agota, caigo en la senda amiga, donde una fuente brota siempre serena y pura; y con mirada incierta, busco por la llanura no sé qué sombra vana o qué esperanza muerta, no sé qué flor tardía de virginal frescura que no crece en la vía arenosa ... |
| Orillas del Sar (V) |
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¡Cuán hermosa es tu vega! ¡Oh, Padrón! ¡Oh, Iria Flavia! Mas el calor, la vida juvenil y la savia que extraje de tu seno, como el sediento niño el dulce jugo extrae del pecho blanco y lleno, de mi existencia obscura en el torrente amargo pasaron, cual barridas por la inconstancia ciega, ... |
| Orillas del Sar (VI) |
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¡Oh, tierra, antes y ahora, siempre fecunda y bella viendo cuán triste brilla nuestra fatal estrella, del Sar cabe la orilla, al acabarme, siento la sed devoradora y jamás apagada que ahoga el sentimiento, y el hambre de justicia, que abate y anonada cuando nuestros clamores ... |
| Orillas del Sar (VII) |
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Ya que de la esperanza para la vida mía triste y descolorido ha llegado el ocaso, a mi morada obscura, desmantelada y fría tornemos paso a paso, porque con su alegría no aumente mi amargura la blanca luz del día. Contenta el negro nido busca el ave agorera, bien reposa la fiera ... |
| Por qué, alma mía |
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¿Por qué, alma mía, por qué ya no quieres lo que antes querías? ¿Por qué, pensamiento, por qué ya no vives de amantes deseos? ¿Por qué, pobre espíritu, por qué ya te humillas cuando eras altivo? ¿Por qué, corazón, por qué ya no cantas canciones de amor? ... |
| Sed de amores tenía... |
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Sed de amores tenía, y dejaste que la apagase en tu boca, ¡piadosa samaritana!, y te encontraste sin honra, ignorando que hay labios que secan y que manchan cuando tocan. ¡Lo ignorabas..., y ahora lo sabes! Pero yo sé también, pecadora compasiva, porque a veces hay compasiones traidoras, ... |
| Sigue tocando a muerto... |
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Sigue tocando a muerto -y siempre mudo e impasible el divino rostro del Redentor, deja que envuelto en sombras quede el humillado espíritu. Silencio siempre; únicamente el órgano con sus acentos místicos resuena allá de la desierta nave bajo el arco sombrío. Todo acabó quizás, ... |
| Silencio |
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¡Silencio! Febril la mano y palpitante el seno, las nieblas en mis ojos condensadas, en un mundo de dudas los sentidos, y un mundo de tormento en las entrañas, sintiendo cómo luchan en sin igual batalla inmortales deseos que atormentan y rencores que matan, en propia sangre mojo dura pluma ... |
| Tejí yo sola mi tela... |
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Tejí yo sola mi tela, sembré sola mi nabal; sola voy por leña al monte, sola veo arder el lar. Ni en la fuente ni en el prado aunque muera de pesar no ha de venir a ayudarme, él ya no me sostendrá. ¡Qué tristeza! El viento sopla, canta el grillo su compás..., hierve el pote...,¡caldo mío, ... |
| Tiempos que fueron |
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Hora tras hora, día tras día, entre el cielo y la tierra que quedan eternos vigías, como torrente que se despeña pasa la vida. Devolvedle a la flor su perfume después de marchita; de las ondas que besan la playa y que una tras otra besándola expiran recoged los rumores, las quejas, ... |
| Tierra sobre el cadáver |
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Tierra sobre el cadáver insepulto antes que empiece a corromperse..., ¡tierra! Ya el hoyo se ha cubierto, sosegaos, bien pronto en los terrones removidos verde y pujante crecerá la hierba. ¿Qué andáis buscando en torno de las tumbas, torvo el mirar, nublado el pensamiento? ... |
| Una luciernaga entre el musgo brilla |
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Una luciernaga entre el musgo brilla y un astro en las alturas centellea, abismo arriba, y en el fondo abismo; ¿qué es al fin lo que acaba y lo que queda? En vano el pensamiento indaga y busca lo insondable, ¡oh, ciencia! Siempre al llegar al término ignoramos qué es al fin ... |
| Volved (I) |
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Bien sabe Dios que siempre me arrancan tristes lágrimas aquellos que nos dejan, pero aún más me lastiman y me llenan de luto los que a volver se niegan. ¡Partid, y Dios os guíe!..., pobres desheredados, para quienes no hay sitio en la hostigada tierra; partid llenos de aliento en pos de otro ... |
| Volved (II) |
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Volved, que os aseguro que al pie de cada arroyo y cada fuente de linfa trasparente donde se reflejó vuestro semblante, y en cada viejo muro que os prestó sombra cuando niños erais y jugabais inquietos, y que escuchó más tarde los secretos del que ya adolescente o mozo enamorado, ... |
| Yo no sé lo que busco eternamente |
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Yo no sé lo que busco eternamente en la tierra, en el aire y en el cielo; yo no sé lo que busco; pero es algo que perdí no sé cuándo y que no encuentro, aun cuando sueñe que invisible habita en todo cuanto toco y cuanto veo, Felicidad, no he de volver a hallarte en la tierra, en el aire, ni en... |
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