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RODOLFO HINOSTROZA


listado de poemas

 
Adolescente que despierta

Una deliberación del ala y la tormenta es lo que cae cuando la agria balandronada de los sueños se pega al paladar y el muchacho despierta en la mañana penetrando el espejo con un grito. La estridencia que acecha en la materia de los violoncellos, el enemigo bosque turgente como una curva ...

Aria verde (I)

Así avanzamos a bayona bajo el domo de luz el cayado era agua y el sol líquido tres golpes de violoncello y en la laguna el cisne grazna un último gemido y un nuevo nacimiento ojos de amor líquidosalguien cantó bajo las leves aguas:Be not afeard. The Isle is full of noises. ...

Aria verde (II)

el hombre en algún tiempo fue recolector y nómade/ grandes simios herbívoros ah recuerdo arquetípico /los sucesivos paraísos derrumbados pero en lo nuevo habita el germen de lo viejoviceversala historia carnal y la historia espacialconfluyen en un punto again Donna m aparve sotto verde ...

Aria verde (III)

Canta amor mío desnúdate bajo la lluviano más guardias en la Ciudad pero un mundo hecho a imagen y semejanza de los niños no Ciudad no Campo / En el principio era el deleite entre los hombres / tendida en la hierba mirando millones de estrellas te miran morderás ...

Con el sol en Los Órganos

El mar al borde de la carretera Con su lonja de sol que reverbera Como un pectoral de oro mientras se hunde En la memoria de esta tierra roja Mezclada con astillas de ceramios chaquiras Y osamentas envueltas en harapos Que fueron vestimentas de príncipe Carne de Colla...

Del infante difunto

La llamada de mi padre, alta como un penacho de plumas y al tacto como la pringamosa de aquellos baños. ¿Recuerdas? Las aguas ferrosas que calentaban tu cuerpo tenían colores, de serpiente plana, y la tierra se había descosido en sus espacios, y llevábamos nuestra infancia ...

Escena prima

La cadenza en el fondo del jardíncaballeros laberínticos la mano que deja caer la mierda se llena de rocío has escuchado este mismo canto en tu infancia llamados en los largos corredores I love you I hate you la avidez de la boca me ahoga Quiero Quiero ...

Los huesos de mi padre

Serán éstos los 206 aristocráticos huesos de mi padre? Todos completos, con su maxilar inferior, su frontal, sus falangetas, su astrágalo, su vomer, sus clavículas? No se habrán confundido en la Fosa Común con los de un vagabundo de esos que abundan en las calles...

Nudo borromeo

Un hombre vaga durante numerosos años fuera de su patria, estrechamente vigilado por Poseidón, y solo. Aristóteles Y ahora remontas rue Vavin subiendo a Montparnasse Hay un río que duerme otro que murmura Aquí Clayton hablaba de Loutine Los dorados temblores de Diana ...

Para una visión (I)

Padre _____ Madreengendrador engendra bajo la cúpula un cielo argentado y allí bestias que ciegan la luz de la caverna / Platón / Le couple en el fondono la belleza aérea no el reino de la líbido: Lecho nupcial natal mortal entre cuatro paredes no la vista del acto no emanación ...

Para una visión (II)

Tiempo recuperado corredores de fuegola lenta dolorosa amiboide separación del arquetipo Padre / Madre con amor se hizo lo que se pudocon amor allá quedan cabañas asoladas tierra roja vuelve la cabeza All is truth contempla tiernamente sin temor quien atraviesa esta puerta enciende ...

Para una visión (III)

En AzulOh tua blándula blanda blandículaOh tua mamulae mamae moliculaecave cavete meam víperam nisi te mordem Morde me! Basia me! Yo no tengo un cuerpo: yo soy un cuerpo. Selección: José Ángel Valente, Blanca Varela, Andrés Sánchez Robayna y Eduardo Milán.

Para una visión (IV)

las fragantes fiestas de la libido flores sobre la mar y la belleza rubia desnuda entre tus brazos pero unos ojos en el aire tibio vidi la donna che pria m 8242;appario velatta sotto l 8242;angelica festael cambio de parejas bajo el Solinstante alado gestos retardados en el tiempo vuelta ...

Relato de Odiseo

Scila y Caribdis, esas dos putas viejas, maldijeron mi espalda, y allí mismo me crecieron ojos para ver, y un unicornio brotó de mi saliva diciéndose protegido de Artemisa, y su lengua caliente restañó mis heridas en nombre de los dioses, en nombre de esos dioses. Dije que...

Relato de Otelo

Cierta vez, en Aleppo, sí, fue en Aleppo donde me desgracié con ese turco circunciso: le ceñí con sus propias babas, y su lengua morada escupió las plegarias, y así salvé mi vida. Esta vida que tan poco valía, y que hoy pesa en tus manos como un cofre de...