| A su lado |
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No serán muertos los pasos del amor; vacío vino al mundo, tibio aún por el viento que lo aposentaba tan deliciosamente. Y la tibieza fue frío y el agua piedra y las sombras cuchillos y el grito, la primera vez. Lloró como nunca no fueron los muertos los pasos del amor-, pudo hablar y mentir ... |
| Abrigo |
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Aquel tapado de armiño, esta situación que vivimos, mi amiga, estos recuerdos que siempre tendremos y esta vida que juntos vamos haciendo. Algún día, y digo por decirlo, tendremos ese tapado de armiño; será un tiempo más justo, forrado en lamé, como el tapado del tango. Un tiempo... |
| Abrigo |
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Aquel tapado de armiño, esta situación que vivimos, mi amiga, estos recuerdos que siempre tendremos y esta vida que juntos vamos haciendo. Algún día, y digo por decirlo, tendremos ese tapado de armiño; será un tiempo más justo, forrado en lamé, como el tapado del tango. Un tiempo ... |
| Addio |
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Estaba en un estado de ánimo sentimental; estuve sonámbulo. Alcohólico, desierto, fugitivo y tropecé con la cara de tu sonrisa que ocultaba la cara de tu rabioso dolor. Y nunca más pude resignarme a esa ladera y perdí tu sonrisa y te digo adiós, amore mío santo, que descanses, ... |
| Amarla es difícil |
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Es buena, cuando duerme; el calor de su cuerpo es un puñal de vidrio que remonta los sueños. Cuando calla, es buena y su voz una premonición olvidada y peligrosa que arruina el silencio. Cuando grita o llora o se lamenta o se divierte o se cansa, nada puede contener este dolor ... |
| Ave del paraíso |
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Sos como una perdiz empollando, todo el día en la cama; reina de la indolencia, cuidando todo el día que no se vaya el calor. Sacerdotisa mía, panadera, dame esa hostia para ingresar al cuerpo de la bondad; andariega, zapato tibio para insultar y acariciar. Perdiz que viene volando ... |
| Benefacción |
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Piedad para los equivocados, para los que apuraron el paso y los torpes de lentitud. Para los que hablaron bajo tortura o presión de cualquier tipo, para los que supieron callar a tiempo o no pudieron mover un dedo; perdón por los desaires con que me trata la suerte; por titubeos y blabuceos. ... |
| Carlos Gardel |
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Extranjero del silencio en el mundo arrasado; vertiente de la extrema melancolía y del coraje y de la velocidad del amor y del miedo. Dueño de la ciudad, de su memoria blanda y de la madrugada hambriente y sin sentimientos y de la suprema cordura de los vagos. ... |
| Casadas y cortesanas |
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Sobre el vuelo de su libertad, es mejor no hablar. Nadie se atreve a presumir estos aires, a transferir su paciente eficacia. Como ninguna pudo serlo, es inestable y sólida. Hábil. Cruel. Una persa se diría. Refinada para las fragancias y las delicadezas perdidas por el amor. ... |
| Despedida de soltero |
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El surrealismo ha muerto. Con los años fue perdiendo lozanía, convirtiéndose en un viejecito pequeño e irascible. También sus morisquetas perdían eficacia, sus grandes ademanes: el verbo reprimido, la vigilancia de los sueños y ese aire espontáneo y una sola luz verdadera. Sin ellos, grandes... |
| Fin y principios |
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Estoy en los ruidos de la tristeza, en las tablas de la perdición, en el aire de este tiempo maldito, infortunado; llovizna criminal y sucia. En aventuras, en la queja del muerto y el terror de los vivos y el soplo de los convalecientes. Estoy en el clamor encontrado, ... |
| Hoy un juramento |
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Cuando esta casa, en la que vivo hace años, tenga una salida, yo cerraré la puerta para guardar su calor; yo la abriré para que los vientos de todas partes, vengan a lavarle la cara; a remontarla, de esa manera con que vuelan las intenciones, los aparecidos, los recuerdos por venir, ... |
| La novia ausente |
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sigue amando y a ella sobre todas le atraen pero no logra distinguir a la distancia sufre así de una ausencia que crece queda amarlas sin métodos y sin desenlace amarlas de la única manera posible se confunden y se alejan aguantan crueldades que sin duda no mercían crecen ... |
| La pura verdad |
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Si ustedes lo permiten, prefiero seguir viviendo. Después de todo y de pensarlo bien, no tengo motivos para quejarme o protestar: siempre he vivido en la gloria: nada importante me ha faltado. Es cierto que nunca quise imposibles; enamorado de las cosas de este mundo ... |
| La verdad es la única realidad |
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Del otro lado de la reja está la realidad, de este lado de la reja también está la realidad; la única irreal es la reja; la libertad es real aunque no se sabe bien si pertenece al mundo de los vivos, al mundo de los muertos, al mundo de las fantasías o al mundo de la vigilia, ... |
| La vuelta al pago |
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No quiero volver a ese lugar intransitable y escuálido donde todo parece dormido. Quiero calor, dolor; sin soledades sentir alegría, a pesar de todo. No quiero ausencias, ni lágrimas. No me gustan la madres, ni las caricias, ni los buenos entendidos: fortunas quietas, ... |
| Letanía |
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Con toda la vida por delante sólo queda pensar en la muerte. El rencor sube a mi garganta y vuela con mi destino como un vómito, como un pájaro: la vida que empujo, la que arrastro. |
| Los descuidos |
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Mi mano se desliza en busca de los pechos expertos: el agua es tibia y generosa. Bajo la tela prevenida de su prenda nocturna, han bajado los cielos para dejar caer el primer movimiento del agua. Parece que va a llover; todo está quieto y solo. Ella puede demorar las cosas; ... |
| Mensaje cifrado |
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Sólo te pido que dejemos este parque, que abandonemos sus municiones, sus reproches para irnos por ahí, como cascaritas divertidas de pálidos carnavaales; hielo y materia de olvido. Porque entre tirones y sufrimientos, la cosa se ha puesto tan fácil, tan fácil, ... |
| No puedo quejarme |
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Estoy con pocos amigos y los que hay suelen estar lejos y me ha quedado un regusto que tengo al alcance de la mano como un arma de fuego. Las usaré para nobles empresas: derrotar al enemigo salud y suerte-, hablar humildemente de estas posibilidades amenazantes. ... |
| Otra cosa |
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Queridos hijitos, su papá poco sabe de ustedes y sufre por esto. Quiere ofrecer un destino luminoso y alegre, pero no es todo y ustedes saben: las sombras, las sombras, las sombras, las sombras, me molestan y no las puedo tolerar. Hijitos míos, no hay que ponerse tristes ... |
| Valeriana |
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a Francisco Kröpfl abandonas tus fuerzas en busca de nada instigado por una pasión curtido por un desaliento ay dios quién pudiera decir algo de nuestra propia imagen luz o sombra espesa y dura escasa maravilla lejana certidumbre De: Nombres |
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