| Árbol en la niebla |
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Ese pobre árbol en la niebla. Con algo de monje albigense ante un feroz concilio vaticano. Ese pobre pino o abeto (no logro identificarlo bien) en el dominio de la niebla. ¿Qué roza terrible qué hambriento fuego volvió cenizas a sus pares que (los sobrevivientes) se agrupan... |
| Carta abierta |
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Si yo pudiera, con las palabras más sencillas, diseñar, como un arquitecto sobre un plano azul hasta el último pormenor de un bello edificio, tu boca, edificada para decir ternuras y pastorear besos; tu cuello, firme como una ley estatuida por el pueblo; tus pequeños senos, que han... |
| Cuádruple raíz del principio de razón suficiente |
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aquel mundo espléndido descubierto a los nueve años cuando leído fue un libro cuyos personajes discutían la redacción de sus propias aventuras, escritas por un árabe, nigromante, erudito. 2ª: el pubis de aquella morena adolescente donde apenas asomaba... |
| Definición del fragmento |
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El poema no empieza donde empieza, ni acaba donde acaba. Sus comienzos, como esos ríos que son fuentes, regatos mínimos, coalición de aguas, están ahí: en una palabra, un hecho no identificado, que sirve de referente; una sombra que cierra la puerta, la cortinilla... |
| Doblones, rublos, libras, pesos |
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Los pobres tipos nacen (o se hacen, da lo mismo) con estigmas: jorobas invisibles, patas de palo, ojos de vidrio, prótesis de caderas, gorgueras de fracturas cervicales, sarcomas, sífilis lepra (los más antiguos) Sida. Deben matarse, noche y día, para construir como ingenieros... |
| El hombre de la máscara de hierro |
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Te vuela el alma o esa cosa que decimos: el alma. Y tienes alas y aprendiste a volar. Centellas de tus brazos o poemas alzan al cielo adiós, adiós la tierra- la blanca catedral. Un andamiaje de álamos nocturnos; vas, en una calesa hasta el túnel lunar; te vuela la camisa con el alma, ... |
| El mirlo y la Misa de Trinidad |
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La tropa de poetas, periodistas, fotógrafos, bajó del bus, a las 5 de la tarde, y rápidamente, estirando las piernas (y cada uno según su condición física), enderezó hacia aquellas columnas rojizas, aquellos edificios marrones, con su musgo dorado o gris; hacia las celdas... |
| El molino y el agua |
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Folquet ( o Fulco) de Marsella, trovador admirado por el Dante (con él habló en su Paradiso canto IX- dibujándolo como un hombre de amor y luego un alma de amor, un habitante del planeta Veus); Folquet (oFulco) plantó su reflexión contemporánea sobre el quehacer trovadoresco: ... |
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