| A un ruiseñor |
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Canta en la noche, canta en la mañana, ruiseñor, en el bosque tus amores; canta, que llorará cuando tú llores el alba perlas en la flor temprana. Teñido el cielo de amaranta y grana, la brisa de la tarde entre las flores suspirará también a los rigores de tu amor triste y tu esperanza vana. ... |
| Canción de la muerte |
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Débil mortal no te asuste mi oscuridad ni mi nombre; en mi seno encuentra el hombre un término a su pesar. Yo, compasiva, te ofrezco lejos del mundo un asilo, donde a mi sombra tranquilo para siempre duerma en paz. Isla yo soy del reposo en medio el mar de la vida, y el marinero allí olvida la tormenta ... |
| Canción del pirata |
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I Con diez cañones por banda viento en popa a toda vela no corta el mar, sino vuela un velero bergantín; bajel pirata que llaman por su bravura, el Temido, en todo mar conocido del uno al otro confín. La luna en el mar riela, en la lona gime el viento, y alza en blando movimiento olas de plata y azul; ... |
| Canto a Teresa |
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¿Por qué volvéis a la memoria mía, tristes recuerdos del placer perdido, a aumentar la ansiedad y la agonía de este desierto corazón herido? ¡Ay!, que de aquellas horas de alegría le quedó al corazón sólo un gemido, y el llanto que al dolor los ojos niegan lágrimas son de hiel que el alma anegan. ... |
| El verdugo |
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De los hombres lanzado al desprecio, de su crimen la víctima fui, y se evitan de odiarse a sí mismos, fulminando sus odios en mí. Y su rencor al poner en mi mano, me hicieron su vengador; y se dijeron Que nuestra vergüenza común caiga en él; se marque en su frente nuestra maldición; ... |
| Himno a la inmortalidad |
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¡ Salve, llama creadora del mundo, lengua ardiente de eterno saber, puro germen, principio fecundo que encadenas la muerte a tus pies! Tú la inerte materia espoleas, tú la ordenas juntarse y vivir, tú su lodo modelas, y creas miles seres de formas sin fin. Desbarata tus obras en vano vencedora ... |
| La cautiva |
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Ya el sol esconde sus rayos, el mundo en sombras se vela, el ave a su nido vuela. Busca asilo el trovador. Todo calla: en pobre cama duerme el pastor venturoso: en su lecho suntüoso se agita insomme el señor. Se agita; mas ¡ay! reposa al fin en su patrio suelo; no llora en mísero duelo ... |
| La desesperación |
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(Atribuida a José de Espronceda) Me gusta ver el cielo con negros nubarrones y oir los aquilones horrísonos bramar, me gusta ver la noche sin luna y sin estrellas, y sólo las centellas la tierra iluminar. Me agrada un cementerio de muertos bien relleno, manando sangre y cieno ... |
| Soledad del alma |
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Mi alma yace en soledad profunda árida, ardiente, en inquietud continua, cual la abrasada arena del desierto que el seco viento de la Libia agita. Eterno sol sus encendidas llamas doquier sin sombra fatigada vibra; y aire de fuego en el quemado yermo bebe mi pecho y con afán respira. ... |
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