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ENRIQUE MOLINA


listado de poemas

 
Algún vestigio de tu paso

La dulzura de recordar el sol en la espiral del sueño y el vano poder de haber ido tan lejos. Es tan extraño perdurar, oír aún la lenta letanía de los huesos y el hechizo del mundo. Déjame ver, déjame ver: sin duda, alguien me condujo hasta aquí y se oculta, alguien cubierto de grandes praderas, ...

Alta marea

Cuando un hombre y una mujer que se han amado se separan se yergue como una cobra de oro el canto ardiente del orgullo la errónea maravilla de sus noches de amor las constelaciones pasionales los arrebatos de su indómito viaje sus risas a través de las piedras sus plegarias y cóleras ...

Ellos, los muertos

Son los que nunca dan la mano Pero abren la boca del lobo Los que esparcen la espuma amarga Que rezuma de las iglesias Los que de pronto se bifurcan Entre el delirio y el olvido Su sombra desborda la tierra pero la brizna los oculta Nacieron de bellos revólveres De largos años y promesas ...

Itinerarios

Tu cuerpo y el lazo de seda rústica que conduce a las plantaciones de la costa al sudor de tu cabellera quemada por las nubes a los instantes inolvidables tantas mutaciones de nómada y de clandestinidad tantos homenajes a una belleza salvaje que exige el desorden¡oh raza de labios ...

Juego de espejos

Una mujer tan secreta y lenta, pero insisto en descubrir el sol que la nutre y el león que olfatea su nuca en la sombra, cuando duerme de bruces, de modo que escribo con cierta ansiedad poemas en busca de la hierba tan fresca que brilla en sus besos. No es fácil alcanzar la palabra, o captar ...

La prisionera

Perro no toques esos senos donde las más delicadas violetas orgánicas serán un hervidero de escorpiones un ladrido baldío en la ribera caliente de esa sirvienta de las hojas que ha trabajado tanto para esas flores enormes del martirio para los arrozales con el gatillo del pantano al rojo vivo ...

La vida prenatal

Era el corazón de mi madre Aquel tam tam de las tinieblas Aquel temblor sobre mi cráneo En las membranas de la tierra (La lenta piragua materna Un ritmo de espumas en viaje Una seda de grandes aguas Donde un suave trópico late) Día y noche su ceremonia -No había día ni había noche- ...

Las calaveras de Posada

Ríen a subterráneas carcajadas. Secas mandíbulas en los alvéolos de la noche; mi madre no les teme, les reza con dulzura como a una maldad, que dejen bajo las piedras sus pistolas, semejante jarana, zapateos, hembras, las guitarras apenas emiten un rumor de alimaña que escarba, ...

Las tentaciones

No te apartes de la joven jíbara que yace a tu ladoque nunca estuvo a tu lado delirio y sue- ño, teñida con pinturas de boda, el sexo lavado con agua de coco, sus aceitadas pier- nas cobrizas con pulseras, curvas como ríos a lo largo de la noche. Acurrucada contra tu pecho, ...

Mensaje secreto

Hacia abajo en la oscura humedad de los helechos que tal vez sean yo mismo o divinidades monótonas desciendo al antro de mi sexo con la investidura de un cuerpo torturado por poderes frenéti- cos presa de esas imágenes soñadas de mulatas de dientes crueles con las franjas fosforescentes ...

Sentar cabeza

La raza blanca la raza negra la raza roja la raza amarilla: yo sólo conozco la raza violeta y la raza verde y la raza de tu lengua que descifra el agua y el fuego Seré rico tú sabes con la miseria y el hambre que hace correr los ríos rico de errores de desollado y de piedra sobre la cabeza ...