| A veces parece... |
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A veces parece que estamos en el centro de la fiesta. Sin embargo, en el centro de la fiesta no hay nadie. En el centro de la fiesta... |
| Algún día encontraré una palabra... (Poesía Vertical I - 51) |
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Algún día encontraré una palabra que penetre en tu vientre y lo fecunde, que se pare en tu seno como una mano abierta y cerrada al mismo tiempo. Hallaré una palabra que detenga tu cuerpo y lo dé vuelta, que contenga tu cuerpo y abra tus ojos como un dios sin nubes y te use ... |
| Callar puede ser una música... (Poesía Vertical VI - 20) |
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Callar puede ser una música, una melodía diferente, que se borda con hilos de ausencia sobre el revés de un extraño tejido. La imaginación es la verdadera historia del mundo. La luz presiona hacia abajo. La vida se derrama de pronto por un hilo suelto. Callar puede ser ... |
| Cómo amar lo imperfecto... |
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Cómo amar lo imperfecto, si escuchamos a través de las cosas cómo nos llama lo perfecto? ¿Cómo alcanzar a seguir en la caída o el fracaso de las cosas la huella de lo que no cae ni fracasa? Quizá debamos aprender que lo imperfecto es otra forma de la perfección: la forma... |
| Décimacuarta poesía vertical (43) (Póstumo) |
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No hay nada que guardar. Podemos dejar las puertas abiertas o puestas las llaves en las cerraduras. Podemos irnos con las manos vacías y sin pensar qué llevamos o qué dejamos. Nos bastan las miradas, que no se pueden guardar. Ante el desenlace largamente previsto ... |
| Décimocuarta poesía verical (95) (Póstumo) |
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Inesperadamente llega a veces una música que palpa nuestra palabra más oculta. Puede ocurrir entonces que esa música la saque a la luz o se quede con ella en el tenebrario más secreto. En cualquier caso, nuestra soledad ha encontrado la compañía que no abandona. ... |
| Décimocuarta poesía vertical (104) (Póstumo) |
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Sólo la grieta de la privación nos acerca al encuentro. Y si el encuentro se produce, no importa que él sea otra grieta. Sólo así hallaremos el secreto de la primera. ¿Por qué sentimos lo que no existe como una privación? ¿Será el único modo de lograr su existencia? (Fuente: Juana Rosa ... |
| Décimocuarta poesía vertical (72) (Póstumo) |
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Siempre nos salva el no saber, aquello que burla nuestras redes, la rosa que por su cuenta se fuga del rosal, la figura que huyó de la fotografía, el beso que no pudimos dar a nadie. El no saber no es un desconocimiento. El no saber es un refugio, el asilo del conocimiento que no tiene ... |
| Décimocuarta poesía vertical (82) (Póstumo) |
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No hay regreso. Pero siempre queda un viaje de vuelta hacia ciertas cosas anteriores, que ya son otras y sin embargo nos llaman con un signo similar al de antes. Nada cambia del todo. Lo que no cambia en aquello que cambia saluda nuestro viaje hacia atrás, celebra lo que no cambia ... |
| Décimocuarta poesía vertical (88) (Póstumo) |
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Hay que llegar a no escribir un verso y ceder su lugar a algo que lo necesite más. ¿Pero habrá algo que mecesite más que un verso ocupar su lugar? Por otra parte, aquello que importe podrá siempre ocupar el mismo lugar que un verso. Las cosas que importan no se desplazan entre sí, ... |
| Décimocuarta poesía vertical (96) (Póstumo) |
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Versión simple del mundo: el lugar que encontramos. Versión más ajustada: el lugar que dejamos. Versión perfeccionada: el lugar para buscar otro mundo. Versión casi definitiva: el lugar de una ausencia. Y otra más todavía: el lugar que nos prueba que ser no es un lugar. ... |
| Décimocuarta poesía vertical (97) (Póstumo) |
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El corazón es una larga enmienda de un texto que nadie conoce, cuyo sentido la semántica ignora y cuyos signos nadie ha codificado. Pero si el corazón no enmendara ese texto como un ciego corrigiendo el abismo, la vida se caería en pedazos como un sueño sobrante ... |
| Décimotercera poesía vertical (41) |
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Desconocer que el río es una espada y que las cosas sueñan sueños propios es ignorar que aquí, junto a nuestra mirada, existe otra: la mirada recóndita del mundo. Cuando se la descubre, la vida se da vuelta como un guante que devuelve la mano que encerraba y el tacto liberado ... |
| Digo palabras frente al espejo... (Poesía Vertical XI - I - 18) |
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Digo palabras frente al espejo. Unas veces se fugan por el aire. Otras veces duplican el espejo y encuentro dos espejos mirándose. Pero algunas veces las palabras entran en el espejo. Las palabras no han aprendido a reflejarse porque reflejarse es mantenerse afuera. ... |
| Dónde está la sombra... |
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Dónde está la sombra de un objeto apoyado contra la pared? ¿Dónde está la imagen de un espejo apoyado contra la noche? ¿Dónde está la vida de una criatura apoyada contra sí misma? ¿Dónde está el imperio de un hombre apoyado contra la muerte? ¿Dónde... |
| Duodécima poesía vertical (29) |
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El soplo de luz, el temblor concentrado que brota de ciertos encuentros contradice a veces su propia brevedad y se extiende como una alquimia lenta por todo el resto de la vida. Poseer así para siempre algo que nunca se tuvo y nunca se tendrá, cambia la condición del hombre, modifica ... |
| Duodécima poesía vertical (41) |
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Roce del tiempo con el tiempo, roce de una mirada con su objeto o con otra mirada, roces de los cuerpos que vagan como extrapolaciones del vacío, roce de un pensamiento con otro o con su propia sombra. Los roces constituyen la vida y quizá la calientan levemente ante el invierno ... |
| El amor empieza... |
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El amor empieza cuando se rompen los dedos y se dan vuelta las solapas del traje, cuando ya no hace falta pero tampoco sobra la vejez de mirarse, cuando la torre de los recuerdos, baja o alta, se agacha hasta la sangre. El amor empieza cuando Dios termina Y cuando el hombre cae, ... |
| El centro del amor... |
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El centro del amor no siempre coincide con el centro de la vida. Ambos centros se buscan entonces como dos animales atribulados. Pero casi nunca se encuentran, porque la clave de la coincidencia es otra: nacer juntos. Nacer... |
| El corazón empieza bajo tierra... |
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El corazón empieza bajo tierra, pero acaba en tus labios y en los míos. La muerte entonces duda en las cornisas y una convalecencia de ojos largos desprende las arrugas del temblor. No hay que negar que eso nos salva, pero entre tantas cosas tan perdidas no es posible aceptar la salvación. ... |
| El corazón más plano de la tierra... |
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El corazón más plano de la tierra, el corazón más seco, me mostró su ternura. y yo tuve vergüenza de la mía. Tuve vergüenza de los himnos largos, de las constelaciones derramadas, de los gestos nupciales y espumosos, de las escarapelas del amor, de los amaneceres desplomados. ... |
| El fondo de las cosas no es la vida o la muerte... |
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El fondo de las cosas no es la vida o la muerte. Me lo prueban el aire que se descalza en los pájaros, un tejado de ausencias que acomoda el silencio y esta mirada mía que se da vuelta en el fondo, como todas las cosas se dan vuelta cuando acaban. Y también me lo prueba... |
| El mundo es el segundo término... |
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El mundo es el segundo término de una metáfora incompleta, una comparación cuyo primer elemento se ha perdido. ¿Dónde está lo que era como el mundo? ¿Se fugó... |
| Estoy contigo... (Poesía Vertical VIII - 43) |
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Estoy contigo. Pero por encima de tu hombro me dice adiós tu mano que se aleja. Entonces yo contengo mi mano para que no nos traicione ella también. E insisto: estoy contigo. Los innegables títulos del adiós abandonan entonces provisoriamente sus derechos. Y nuestras manos ... |
| Hallaré una palabra... |
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Hallaré una palabra que detenga tu cuerpo y le dé vuelta, que contenga tu cuerpo y abra tus ojos como un dios sin nubes y te use tu saliva y te doble las piernas. Tú tal vez no la escuches o tal vez no la comprendas. No será necesario. Irá por tu interior como una rueda recorriéndote ... |
| Hay mensajes cuyo destino es... (Poesía vertical VI - 3) |
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Hay mensajes cuyo destino es la pérdida, palabras anteriores o posteriores a su destinatario, imágenes que saltan del otro lado de la visión, signos que apuntan más arriba o más abajo de su blanco, señales sin código, mensajes envueltos por otros mensajes, gestos que chocan contra la pared, ... |
| Hay que caer y no se puede elegir dónde... |
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Hay que caer y no se puede elegir dónde. Pero hay cierta forma del viento en los cabellos, cierta pausa del golpe, cierta esquina del brazo que podemos torcer mientras caemos. Es tan sólo el extremo de un signo, la punta sin pensar de un pensamiento. Pero basta... |
| He encontrado el lugar justo... |
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He encontrado el lugar justo donde se ponen las manos, a la vez mayor y menor que ellas mismas. He encontrado el lugar donde las manos son todo lo que son y también algo más. Pero allí no he encontrado algo que estaba seguro de encontrar: otras manos esperando las mías. |
| Hemos amado juntos tantas cosas... (Poesía Vertical IV - 25) |
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Hemos amado juntos tantas cosas que es difícil amarlas separados. Parece que se hubieran alejado de pronto o que el amor fuera una hormiga escalando los declives del cielo. Hemos vivido juntos tanto abismo que sin ti todo parece superficie, órbita de simulacros que resbalan, ... |
| Hoy tengo casi todas las palabras... (Poesía Vertical XIII - 75) |
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Hoy tengo casi todas las palabras. Pero me faltan casi todas. Cada vez me faltan más. Apenas si puedo unir éstas que escribo para decir el resto de ternura y el hueco de temor que se esconden en la ausencia de todo, en la creciente ausencia que no pide palabras. O pide tal vez una: ... |
| La casa del hombre (Poesía Vertical X - 17) |
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Hay que remodelar la casa del hombre, podarla como se poda un árbol e introducir en su material más sensible el delicado injerto de la vida, para que la casa crezca con el hombre y también se empequeñezca con él. Hay que humanizar la casa del hombre y retrasar además su destino de ruinas ... |
| La parte de sí... |
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La parte de sí que hay en el no y la parte de no que hay en el sí se separan a veces de sus cauces y se unen en otro que ya no es sí ni no. Por ese cauce... |
| Las múltiples metamorfosis de la locura... (Poesía Vertical VIII - 41) |
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Las múltiples metamorfosis de la locura no se esconden ya en los tristes cajones de los armarios ni en los zurcidos disimulados de los trajes, sino que se pasean como tranquilos animales en equilibrio por las cornisas de los edificios y por las cabelleras que se odian caritativamente ... |
| Me doy vuelta hacia tu lado... (Poesía Vertical X - 44) |
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Me doy vuelta hacia tu lado, en el lecho o la vida, y encuentro que estás hecha de imposible. Me vuelvo entonces hacia mí y hallo la misma cosa. Es por eso que aunque amemos lo posible, terminaremos por encerrarlo en una caja, para que no estorbe más a este imposible ... |
| Me visitó una nube... (Poesía Vertical V - 51) |
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Me visitó una nube y me dejó al marcharse su contorno de viento. Me visitó una sombra. Y me dejó al marcharse el peso de otro cuerpo. Me visitó una ráfaga de imágenes. Y me dejó al marcharse la irreligión del sueño. Me visitó una ausencia. Y me dejó al marcharse mi imagen en el tiempo. ... |
| Menos que el circo ajado de tus sueños... |
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Menos que el circo ajado de tus sueños y que el signo ya roto entre tus manos. Menos que el lomo absorto de tus libros y que el libro escondido de páginas en blanco. Menos que los amores que tuviste y que el tizne que alarga los amores. Menos que el dios que alguna vez fue ausencia ... |
| Mientras haces cualquier cosa... |
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Mientras haces cualquier cosa, alguien está muriendo. Mientras te lustras los zapatos, mientras odias, mientras le escribes una carta prolija a tu amor único o no único. Y aunque pudieras llegar a no hacer nada, alguien estaría muriendo, tratando en vano de juntar todos... |
| No se trata de hablar... (Poesía Vertical VIII - 2) |
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No se trata de hablar, ni tampoco de callar: se trata de abrir algo entre la palabra y el silencio. Quizá cuando transcurra todo, también la palabra y el silencio, quede esa zona abierta como una esperanza hacia atrás. Y tal vez ese signo invertido constituya un toque de atención ... |
| Pienso que en este momento... |
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Pienso que en este momento tal vez nadie en el universo piensa en mí, que sólo yo me pienso, y si ahora muriese, nadie, ni yo, me pensaría. Y aquí empieza el abismo, como cuando me duermo. Soy mi propio sostén... |
| Pienso que en este momento... (Poesía Vertical I - 9) |
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Pienso que en este momento tal vez nadie en el universo piensa en mí, que solo yo me pienso, y si ahora muriese, nadie, ni yo, me pensaría. Y aquí empieza el abismo, como cuando me duermo. Soy mi propio sostén y me lo quito. Contribuyo a tapizar de ausencia todo. ... |
| Porque esta noche duermes lejos... (Poesía Vertical I - 44) |
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Porque esta noche duermes lejos y en una cama con demasiado sueño, yo estoy aquí despierto, con una mano mía y otra tuya. Tú seguirás allí desnuda como tú y yo seguiré aquí desnudo como yo. Mi boca es ya muy larga y piensa mucho y tu cabello es corto y tiene sueño. ... |
| Quinta poesía vertical (10) |
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en recuerdo de Alejandra Pizarnik La avalancha de los muertos, la avalancha de los que suicidan por su mano o por otra, porque vivir es un suicidio, la avalancha de las sombras que en vano amontonamos en los rincones de la tierra, la avalancha de lo que no sabemos ni pensar, ... |
| Rostro contra rostro... |
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Rostro contra rostro, piedra contra piedra, para que el tiempo no se pudra y conserve su forma de cinta de colores. Tiempo contra tiempo paciencia contra paciencia, hasta que la piedra tome el dibujo del rostro y el rostro la carne de la piedra. Corriente de la mirada que no cambia si mira ... |
| Rozamos a veces una zona... |
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Rozamos a veces una zona que parece vacía hasta de espacio, pero en la cual percibimos un ritmo que nunca ha entrado en ninguna música. Desde entonces sabemos que el vacío tiene un ritmo y también que detrás de la vida y de la muerte y debajo de todas... |
| Si has perdido tu nombre... (Poesía Vertical IV - 8) |
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Si has perdido tu nombre, recobraremos la puntada de las calles más solas para llamarte sin nombrarte. Si has perdido tu casa, despistaremos a los guardianes de la cárcel hasta dejarlos con su sombra y sin sus muros. Si has perdido el amor, publicaremos un gran bando de palomas ... |
| Todo pudo haber sido... (Poesía Vertical VI - 4) |
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Todo pudo haber sido nada más que silencio. Tendríamos que haber soñado entonces con más fuerza, hasta que las imágenes del sueño quedaran estampadas como figuras totales en cualquier parte del tablero unánime. Tendríamos que haber hecho de los ojos un instrumento de música, ... |
| Un amor más allá del amor... |
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Un amor más allá del amor, por encima del rito del vínculo, más allá del juego siniestro de la soledad y de la compañía. Un amor que no necesite regreso, pero tampoco partida. Un amor no sometido a los fogonazos de ir y de volver, de estar despiertos o dormidos, de llamar o callar. ... |
| Una escritura que soporte la intemperie... |
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Una escritura que soporte la intemperie, que se pueda leer bajo el sol o la lluvia, bajo el grito o la noche, bajo el tiempo desnudo. Una escritura que soporte lo infinito, las grietas que se reparten como el polen, la lectura sin piedad de los dioses, la lectura iletrada del desierto. Una escritura... |
| Una red de mirada... Primera poesía vertical (I) |
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Una red de mirada mantiene unido al mundo, no le deja caerse. Y aunque yo no sepa qué pasa con los ciegos, mis ojos van a apoyarse en una espalda que puede ser de dios. Sin embargo, ellos buscan otra red, otro hilo, que anda cerrando ojos con un traje prestado y descuelga una lluvia ... |
| Undécima poesía vertical ( IV-16) |
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16 A Juana Rosa Pita Una espina en la garganta puede vaciar la voz. Pero la voz vacía también habla. Sólo la voz vacía puede decir el salto inmóvil hacia ninguna parte, el texto sin palabras, los huecos de la historia, la crisis de la rosa, el sueño de ser nadie, el amor más desierto, ... |
| Undécima poesía vertical (IV-1) |
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1 La insana condición de no poder pensar juntos, de no poder pensar en común, de no poder concebir entre los dos un pensamiento, nos separa sin remedio. Por eso la tentación mayor de dos seres que se aproximan es fundar un nuevo dios, un dios que se comprenda a sí mismo ... |
| Undécima poesía vertical (IV-28) |
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28 No existen paraísos perdidos. El paraíso es algo que se pierde todos los días, como se pierden todos los días la vida, la eternidad y el amor. Así también se nos pierde la edad, que parecía crecer y sin embargo disminuye cada día porque la cuenta es al revés. ... |
| Vaivén de la ternura... (Poesía Vertical XII -33) |
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Vaivén de la ternura, que llega o se retira como el sueño en un niño, manejando distancias que se acortan o alargan sin cambiar de medida. El encuentro y la separación usan el mismo espacio, que despierta a veces hacia un lado y a veces hacia el otro, como un hombre ... |
| Voy a alargar caminos de caricia... (Poesía Vertical I - 39) |
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Voy a alargar caminos de caricia, con algo de dulzura entre los dientes y un garabato tibio en los cabellos, para que el poco sueño que aún nos queda no se nos caiga. Voy a alumbrar tu rostro mientras duerme y mirarlo al revés, donde no duerme. Voy a juntar raíces por el aire, ... |
| Voy anotando en imágenes... (Poesía Vertical V - 18) |
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Voy anotando en imágenes: las entrelíneas de un temblor, un cociente furtivo de la sombra, el residuo de un relámpago. Voy copiando modelos: la vida apretada en un muñón, la síntesis que se completa en un suicidio, un pan que rompe un beso. Voy subrayando textos: el vacío ... |
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