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BLANCA WIETHÜCHTER


listado de poemas

 
Asistir al tiempo (Evocación)

UNO Al atardecer, en esta ciudad -en el café de la universidad- estábamos los dos, los tres, los cinco húmedos de luz, y detenidos en la corriente de una respuesta instantánea. Y éramos cálidos En la intimidad del humo, Ciegos en la noche intocada, Para descubrir un día ...

Como un amante

Como un amante el miedo vuelve. Mansa se esconde en la huesa de una voz para buscar las palabras precisas que harán crecer el árbol en la frente en claro olvido de sus miserias. De: Huesos de un día

Cuando el día...

Cuando el día se torna del lado perverso está lejos el mar y la piedra la sola como un pájaro en su nido me sueña amando. De: Huesos de un día

Cuando mi animal...

Cuando mi animal duerme desaparecen los ruidos del deseo. Cautivo el vuelo del día me hace pensar que soy hueso a pesar de ser ceniza. De: Huesos de un día

Divertimentos

Vamos a divertirnos hacer y deshacer. Ponte esta sonrisa que vienen los invitados. Ponte las lágrimas que viene el director. Anda, que se nos hace tarde. Mira el film, la arquitectura, sube al micro que se nos hace tarde. Cuidado con los conocidos, Desconocidos ten cuidado y no digas ...

Fatigar el cuerpo...

Fatigar el cuerpo hasta llegar al silencio ahí está esa otra arrodillada pidiendo la palabra. De: Huesos de un día

Huesos de un día

Huesos de un día Oír la noche es oír las olas lamer con furia tus voces y callar Selección: Rodolfo Häsler

La ciudad

Estás hecha de luz y de montaña, de jirones de piedra y ríos que te trenzan al descender. Estás hecha de nombres caídos de barrios desalentados de feos monumentos que buscan tus raíces más allá de toda certidumbre. Eres oscura y constante en tu destierro, ...

No persigo...

No persigo la imagen reflejada en el agua sí la dicha del pez en el mar que desconoce la embestida del reflejo de la imagen que regresa. De: Huesos de un día

Oir la noche...

Oir la noche es oir las olas lamer con furia las voces y callar. De: Huesos de un día

Otra ciudad

Desde el vivir, desde lo inhumano en mi puesto inquilino del tiempo. Desde esta trastienda que no transforma el plomo en oro doy testimonio. No es el hambre y la sed ni los sedientos ni los hambrientos escriben. No es lo doméstico enterrando lunas ni lo cotidiano. En esa vieja que pide limosna ...

Poema

Me he muerto a mí misma y eso me conmueve sobremanera. Volver a preparar mi desaparición me consuela y me desgasta. Pero puedo seguir la curva de mi brazo lo que me da la medida de mi soledad y puedo morderme el vientre de nuevo lo que enciende el sumidero...

Reposo

Entro en mi casa y me alojo en su centro esperando la temperatura que enmudece los ruidos inútiles. En un andar del silencio comienza el mundo en un olor a fuego en una hoja en un cambio de sábanas en una gana de hacer cosas no siempre precisas. Ya no soy la misma y mis pasos ...

Semanario

En el amanecer de todos nuestros días esta voluntad de infinitas fabulaciones. En el espejo que no nos alcanza que nos rompe y desata este rostro múltiple, nunca nombrado. Los días están en tinieblas no hay luz y sólo este frío este ir y venir señal sin cuerpo que te arranca la vida.

Si no miras

Si no míras con ojos transparentes los transparentes ojos de una serpiente erguida te tornaras hoja sueño cálido rumor de arena polvo más no polvo enamorado. Selección: Rodolfo Häsler

Sin crónicas

Nosotros que somos responsables de vivir y hemos nacido en el tercer mundo. Nosotros que pedimos justicia y vivimos en América del Sur. Nosotros que morimos en Bolivia únicos y desolados somos esa historia que no se escribe y que camina con la cabeza cortada. 2 Muere un estudiante...

Tercer día

Casi ya de madrugada deshice cama y también veladores guardé hedredones, sábanas y joyas, como siempre en aquella alacena. Cambié el delicado camisón de lino damasquino por uno más sereno hilado en casta lana blanca. Por la tarde me dormí llena de conjeturas siniestras ...

Territorial (Fragmento)

Sólo tengo este cuerpo. Estos ojos y esta voz Esta larga travesía de sueño cansada de morir. Conservo el temor al atardecer. No se comunica con nadie. Por mi modo de andar algo descubierto un poco esperando cambio frecuentemente de parecer conmigo no puedo vivir segura. ...

Y si es niebla?...

¿Y si es niebla la piedra que arrastra al subsuelo de los huesos? De: Huesos de un día