| Admonición |
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Oh tú que escuchas a quien llama a los coperos, cuando gritan las canas y la edad, anunciando la muerte; si no oyes la llamada al arrepentimiento, ¿para qué crees que en la cabeza tienes esas dos guardas: el oído y la vista? Sordo y ciego es el hombre al que no guían los ojos ... |
| Aprensión |
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Siempre miro tu rostro con aprensión: eres el agua clara donde abundan los cocodrilos. (Traducción: Teresa Garulo de la Universidad Complutense de Madrid) |
| Boca deforme |
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Hasta el fin de los tiempos alabaré sus dientes. Cuando los miras, ante tus ojos aparecen como una de las muelas de pulir. Dirías que los genios de Salomón construyeron su boca, como Palmira, con rocas y columnas. Te guía a oír la melodía de sus palabras algo como el silbido ... |
| Castidad |
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¡Cuántas veces ha venido a visitarme en una noche oscura como su cabello, y se ha quedado junto a mí hasta la aurora, clara como su rostro! Bebíamos juntos y era el amor udrí nuestro tercero cuando el vino asaltaba mi razón lo mismo que sus ojos; mas era casto ... |
| Censura de la época |
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Que el hombre libre permanezca en moradas indignas es signo de flaqueza: parte, y si no encuentras hombres generosos, tendrás que seguir yendo detrás de hombres mezquinos. (Recopilación y traducción de Teresa Garulo, Universidad Complutense de Madrid |
| Desengaño |
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Los hombres, ignorantes,glorifican al mundo, a sus ojos magnífico, siendo despreciable, y combaten por él unos con otros como los perros se pelean por un hueso. Recopilación y traducción de Teresa Garuldo, Universidad Complutense de Madrid |
| El copista |
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El oficio de copista es un bosque de desdichas cuyas hojas y frutos son la indigencia; comparto a quien lo ejerce con la aguja del sastre que a cuerpo limpio viste a los desnudos. De:Poemas del fuego y otras casidas Recopilación, edición y traducción de Teresa Garulo |
| El infierno después del paraíso |
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El que fue paraíso de la casa se fue, y en su lugar vino el infierno: heme aquí desdichado después de venturoso. Llegó el ocaso del sol y le siguió una negra noche. De:Poemas del fuego y otras casidas Recopilación, edición y traducción de Teresa Garulo |
| El infierno después del paraíso |
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El que fue paraíso de la casa se fue, y en su lugar vino el infierno: heme aquí desdichado después de venturoso. Llegó el ocaso del sol y le siguió una negra noche. (De:Poemas del fuego y otras casidas) Traducción: Teresa Garulo |
| El mal aliento |
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Uno con mal aliento habló y los presentes exclamaron:Pedorreó el muchacho . Y yo les dije:Marchaos sin demora; el pedo es el heraldo de la mierda (Recopilación y traducción de Teresa Garulo, Universidad Complutense de Madrid) |
| El membrillo |
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No hay nada en el membrillo con que apoyar malos augurios, no tengas miedo de él. Mirando el anagrama de sus letras leo: Se ha disipado la tristeza . Y no digo: ¡Qué grande es la desgracia de partir! O: Por su causa han sobrevenido graves calamidades . ... |
| El rubor |
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Es un joven delgado que, en su manto envuelto, se diría una rama flexible retozando al soplo de los vientos del sur. Su rostro he visto en el espejo de mi fantasía y he limitado el efecto de sus ojos en mi pecho. No es de extrañar que el pensamiento mío le hiera la mejilla: ... |
| Elegía |
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Oh tú que te detienes ante el túmulo que se alza entre nosotros, ten piedad y saluda a la tumba de un amigo, la tumba que contiene los huesos carcomidos de alguien cuyo linaje se enraizaba en la munificencia y la nobleza. Llegó su hora sin que le valiese estar en la primera juventud ... |
| Epigrama |
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La elocuencia reparte sus dones entre los poetas y vosotros; reparto injusto, favorable a unos y contrario a los otros: cuando recitan fluye de sus bocas la miel de las abejas, mientras sus aguijones en vuestros culos se clavan. ... |
| Hermosura fatal |
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Oh, tú que me atormentas, cuando eres dueño mío, ¿qué quieres con dañarme y torturarme? Causas admiración por tu hermosura, mas en ti la muerte se une a la belleza como al brillo en la espada y en el fuego a la luz. (Recopilación y traducción de Teresa Garulo, ... |
| Invitación I |
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Oh diadema en la frente de la gloria, perla central en el collar de las nobles acciones, tú, cuyos beneficios se levantan como estrellas brillantes en el cielo de la prosperidad, las constantes lluvias nos incitan a buscar ese vino que se pasan los contertulios diciento tomatrae . ... |
| Invitación II |
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Oh tú, en quien concurren las virtudes, incapaces aún de concebir tu esencia, en el cuello de la nobleza el collar de nuestra amistad no tiene perla central: ven a serlo tú. (Recopilación y traducción de Teresa Garulo, Universidad Complutense de Madrid) |
| La berenjena |
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Redonda y agradable al gusto, agua abundante la alimenta en todos los jardines; y tal como el peciolo la sustenta parece el corazón de una oveja en las garras de un águila. (Recopilación y traducción de Teresa Garulo, Universidad Complutense de Madrid) |
| La espada |
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Es una lámina brillante donde se encuentran los caminos de los astros aunque sobre ella nadie, desde que existe, ha caminado. Purificó la paja su fulgor y ahora es un agua en cuya superficie arde la llama. (Recopilación y traducción: Teresa Garulo, Universidad Complutense de ... |
| La muerte de una hija |
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Oh muerte, has sido compasiva con nosotros, y has vuelto a visitarnos. Benditos sean tus hechos, dignos de gratitud, pues has traído abundancia y has cubierto algo que había que ocultar; hemos casado a nuestra hija con la tumba sin pagarle la dote y sin ajuar. ... |
| La vejez |
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¿Qué excusa puede haber? No, no la tiene un hombre de setenta años de pasión inflamado: era agua, pero en el vaso de la vida el tiempo no ha dejado más que heces. (Recopilación y traducción de Teresa Garulo, Universidad Complutense de Madrid) |
| Los impuestos |
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Si no existieran los impuestos, saldría de la miseria, y las vicisitudes de la fortuna no se presentarían a mi mente. Dicen:Son los impuestos . Y les digo: Quitad im y serán pústulas en los ojos . (Recopilación y traducción de Teresa Garulo, Universidad Complutense de ... |
| Los jardines |
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Los jardines son novias que no ocultan el rostro para guardarse de los ojos de quienes las miran. La primavera es liberal con ellos cuando paga la dote y no escatima el peso de las arras Inclina el céfiro las manos de topacio de las ramas cuyas puntas se adornan con aljófar. ... |
| Meta inalcanzable |
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Con empeño busqué agradar a los hombres, pero satisfacerlos es una meta inalcanzable. Creo que la templanza es un tesoro para el buen caballero y la piedad es la virtud donde mejor depositar la confianza. (Traducción y recopilación: Teresa Garulo) |
| Noche oscura |
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¡Qué negra noche! Se diría que el Tiempo la ha alargado sumándole su vida y, vuelve, al terminar, a su principio; habla la gente de su longitud cuando sólo el crepúsculo ha pasado. La sombra de las nubes se hizo más densa, no distinguían los ojos el cielo de la tierra y, al brillar ... |
| Noche y aurora |
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Cuando vi que Occidente con las tinieblas se había ahogado y que en Oriente se veían señales de la luz de la mañana, pensé que era Occidente un océano que yo debía atravesar y lo que aparecía del Oriente era la playa. (Traducción y recopilación: Teresa Garulo) |
| Poema del fuego No. 4 |
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Llega hasta ti en su cálido brasero, radiante en medio de la oscuridad. Cuando su frente brilla en la negrura, las tinieblas se visten del delicado velo de la luz. ¡Oh qué hermosura! Sus costados lanzan chispas como confeti de oro, y son las brasas, en la túnica de la ceniza, ... |
| Poema del fuego N°. 5 |
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Tráenos ese brasero que en el bosque tiene sus orígenes y la frente del sol muestra en sus rayos. Desde su seno saltan los carbúnculos con susurros que curan la melancolía; es para el solitario compañía, amanecer para los ojos que lo miran, vestido del que no lo tiene. ... |
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